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lunes, 20 de febrero de 2006

Los peligros de bloguear

Edwin Vázquez de Jesús
Desde algún lugar de Cayey, Puerto Rico

Hablaba con unos colegas sobre los riesgos que conlleva el postear ciertas cosas en nuestros blogs. Coincidimos en que existen unos peligros inminentes y potenciales que se exacerbarán según la blogosfera crezca. Nos preocupaba de manera especial el que algunos blogueros y blogueras destilaran detalles íntimos de su vida personal que podrían ser utilizados por personas malintencionadas para causarles daño, si así lo quisieran. El problema es que los posteos pasan de la intimidad de nuestro hogar, donde la mayoría posteamos lo que escribimos y donde nos sentimos seguros y protegidos, al ciberespacio donde está accesible para todos los seres con acceso a la internet. No hay transición. De la intimidad a la publicidad en cuestión de segundos.

Creo que la mayoría de nosotros hemos pecado de postear cosas que normalmente no diríamos. Pero no me refiero a eso. Escribo sobre algunas cosas que he leído en distintos blogs donde las personas se identifican claramente y ponen fotos de ellos/ellas y sus familiares para luego proceder a escribir sobre cuántas veces se masturban a la semana. El asunto no es si se masturban o no sino cómo puede ser usada esa información que ahora es de dominio público. He predicado la libertad de los blogs en este foro y la necesidad de batallar cualquier intento de censura. Sin embargo, ahora escribo sobre la mesura necesaria para garantizar nuestra integridad emocional y hasta física. Cualquier persona malintencionada podría usar la información que publicamos para hacernos daño. Ya se han registrado casos de personas que han perdido sus empleos por haber posteado cosas en contra de sus jefes o compañías. Ahora se está dando un peligroso fenómeno que tiene implicaciones graves: el acoso, sexual o de otra índole, por gente desajustada que desde sus hogares rastrean a sus víctimas. Y no necesariamente porque el bloguero o bloguera haya escrito cosas íntimas. A saber qué gatillo neuronal hace que uno de estos locos escoja a una víctima potencial.

Yo he recibido comentarios anónimos impregnados de un veneno tal que no deja de sorprender cada vez que los leo. Mi consejo es el de usar mesura cuando escribimos. Y la mesura a la que me refiero es la que tiene que ver con nuestros detalles íntimos y personales. Hay personas que hasta escriben dónde estarán digamos un jueves a las 7:00 pm. Aparte de esto, yo no dudo de que en este momento el FBI está rastreando los blogs boricuas en su afán de buscar terroristas donde no existen. Usan programas de computadora que surfean la red buscando palabras claves como Osama, Irak, Bush, bomba, terror, ataque, Londres, Madrid, entre otros, y marcan a sus autores como enemigos potenciales de los Estados Unidos de Norteamérica. Por supuesto yo me cuido cada vez que escribo y me aseguro de no escribir cosas como Bush es un idiota, Cheney es un asesino, Saddam tenía razón (no había armas de destrucción masiva) y Rosselló es un ladrón.

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