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martes, 25 de julio de 2006

Cómo evitar que sus hijas e hijos sean víctimas de depredadores sexuales

Edwin Vázquez de Jesús

No existe una forma que sea infalible para evitar que los niños caigan víctimas de los depredadores sexuales. Éstos tienden a ser muy inteligentes y pacientes en su acecho. Son depredadores por excelencia. Saben cómo imitar el fraseo infantil de nuestros niños porque durante el chateo no escriben mucho al principio. Esperan a que el menor de edad establezca un patrón de comunicación y entonces usarán el mimetismo cibernético, la habilidad de imitar a otros en la Internet, para hacerse pasar por lo que no son. Por eso ese chico de 15 años chateando con su hija de 12 puede tener en realidad 30, 40 ó 50 años. Y la foto que ha puesto en el servicio de mensajería instantánea, ese muchacho apuesto e inocente, la consiguió de algún sitio en la Internet. El rostro verdadero al otro lado de la línea es la de un enfermo sexual que tiene una sola meta: violar a su hija o hijo.

Aunque no existen métodos infalibles, sí existen formas de disminuir considerablemente, o casi totalmente, la posibilidad que nuestras hijas sean victimizadas.


No permita que la menor de edad tenga acceso a la Internet sin supervisión. El hogar no es una democracia. Los padres o encargados tienen todo el poder, y deben ejercerlo, para manejarlo de una forma justa y disciplinada. Tampoco es una dictadura. Por supuesto debe haber negociaciones, se debe ceder aquí y allá, pero el poder debe permanecer siempre en los padres. El poder que tengan los hijos será aquel que los padres les cedan. En resumen, ubique la computadora del menor en un lugar público de la casa donde usted y los demás puedan supervisar lo que sucede. ¿O piensa ubicarlo en su cuarto de dormitorio donde usted no sabrá a qué hora terminó de chatear, con quién chateó ni lo que dijo?

Cuidado con las cámaras de Internet. ¿Qué necesidad tiene una niña de 14 años de tener una de esas?

Aprenda sobre la Internet. Aprenda sobre las computadoras. En la mayoría de los casos de niñas desaparecidas, éstas sabían más del ciberespacio que los padres que le regalaron la máquina.

Instale filtros. Existen programas para bloquear las sesiones de chat, la transferencia de archivos, y el uso de palabras obscenas, entre otros.

Enséñele al menor que nunca debe enviar, mostrar ni aceptar fotos por Internet, nunca debe dar su dirección postal ni su número de celular (móvil), ni mucho menos su dirección física.

Préstele atención a cambios en la conducta de su hijo(a). Si están siendo acosados le hablarán menos, dormirán menos, comerán menos. Le mencionarán gente extraña. En este caso sospeche. Algún depredador ha hecho contacto con la presa. La presa es su hija.

Conviértase en el mejor amigo de sus hijos. La confianza será la mejor barrera contra los depredadores sexuales. Hábleles claramente de los peligros de la red.

El problema de la depredación sexual de menores está adquiriendo proporciones gigantescas. No asuma la actitud de que esto le pasará al vecino pero nunca a mí. Usted es el vecino de su vecino. Y su vecino piensa lo mismo que usted.

No se sienta culpable. ¿Abandonaría a su niña a la medianoche en medio de la plaza pública de su pueblo a la merced de los peores elementos de la sociedad? ¿No? ¿Y por qué no supervisa lo que ella hace en la Internet a esa hora?

Háblele a sus amistades que tienen hijos menores. Compartan ideas y estrategias. Hágale llegar este escrito a todo aquél que estime podría beneficiarse. Favor de incluir el vínculo del escrito (edwinvazquez.blogspot.com).

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