Páginas

sábado, 21 de enero de 2006

Carta a la legisladora Albita Rivera

21 de enero de 2006


Albita Rivera, Representante
Cámara de Representantes de Puerto Rico
San Juan, Puerto Rico



Estimada representante Rivera:

Leí en la prensa que usted radicó el Proyecto de la Cámara 2273 (PC 2273) para enmendar la Ley de Vehículos y Tránsito a los efectos de que las víctimas de violencia puedan cambiar las tablillas de sus vehículos gratuitamente. Entiendo que en la exposición de motivos usted ha alegado, muy sabiamente, que esto hará más difícil que los agresores reconozcan el vehículo de sus víctimas. Supongo que quedarán aturdidos cuando vean un vehículo idéntico al de sus víctimas pero con una numeración de tablilla distinta. Sé que los victimarios se confundirán aún más al ver que la conductora tiene la misma cara que el de su perseguida y que el vehículo tiene los mismos pequeño defectos, rayazos, dobladuras de bonete y santos colgando del espejo retrovisor que el de la mujer a la que quieren agredir.

Lo más que me complace es saber que el dinero que pago en contribuciones está siendo muy bien empleado en pagarle el salario a personas como usted que, de no sé dónde, sacan unas ideas tan geniales. Claro que no sé el efecto real que tenga esto en el nivel de agresiones a las víctimas de violencia, especialmente cuando la mayoría de los actos violentos a los que usted se refiere ocurren en la intimidad del hogar. Es allí donde la mayoría de las mujeres son asesinadas por sus compañeros. Debo admitir que hay un pequeño detalle que me hace dudar de la efectividad del PC 2273: yo nunca he sabido el número de la tablilla de los vehículos que he tenido.

No soy agresor pero presumo que la mayoría de los agresores tampoco conocen el número de la tablilla de sus autos, y por tanto mucho menos el de sus víctimas. Pero cada cosita ayuda. Así que le reitero mis felicitaciones. De hecho, y perdone el atrevimiento, usted me ha inspirado a varias ideas que, unidas con la suya, podrían eliminar los casos de violencia doméstica y de acoso a mujeres que existen en Puerto Rico. A continuación una lista que le sugiero, como un gran honor para mí, la añada a su PC 2273.

1. Pintar la casa de las víctimas de otro color. Esto hará que el victimario se confunda y no reconozca la casa donde ha vivido por años y se vaya a otra parte.

2. Darles una deducción por una cirugía cosmética a las víctimas. Ellas podrán escoger entre hacerse las tetas, hincharse los labios para verse como la Angelina Jolie, o un makeover completo en el salón de belleza de su preferencia.

3. Soltarlas en el centro comercial Plaza Las Américas con mil dólares y darles dos horas para que compren. Por supuesto, serán escoltadas por algún miembro de la Policía de Puerto Rico, para protegerlas. En este caso tendríamos que presumir que cualquier mujer con mil dólares en Plaza Las Américas se volverá loca comprando y que no lo usará para cosas más significativas como comprarles ropa y comida a sus hijos. Pero estoy seguro que los legisladores masculinos no pensarán en esta última posibilidad.

4. Comprarles una peluca. Si es rubia una peluca negra y viceversa. De gratis. Ese dinero saldrá del pueblo de Puerto Rico pero Rep. Rivera, ¿no vale una vida por lo menos el precio de una peluca?

5. Cambiarles los carros. O sea, la mujer acosada por X cambia su auto con la mujer acosada por Y. Cuando X vaya a agredir su víctima se encontrará con la víctima de Y y no le hará nada. A menos que X y Y se den cuenta de la movida y decidan intercambiar víctimas. Algo como lo que sucedió en “Strangers on a Train", de Alfred Hitchcock.

Finalmente, quiero reiterar mi agradecimiento por hacer buen uso de los fondos públicos de nuestro país y seguir generando el tipo de leyes que ubicarán a Puerto Rico en el umbral del primer mundo. Estoy loco porque llegue el 15 de abril para enviarle al gobierno mi planilla con un cheque de contribuciones que espero sea usado para seguir pagando el salario de representantes como usted, que tan bien nos representan.

Quedo de usted,

Edwin Vázquez


P.D. Le envié hace tiempo una carta al senador de su partido Pedro Rosselló pero no me la ha contestado. La puede leer AQUÍ y quizás hacérsela llegar. Aún espero su respuesta.


Tags:

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Opina aquí