La prensa de este país no tiene casi nada que informar que sea de sustancia. Casi nada relacionado con la lucha que libran algunos en defensa del ambiente. Casi nada sobre los que desinteresadamente se han dado a la tarea de proveer las asistencias sociales que el gobierno no provee. Nada sobre por qué el ex gobernador Pedro Rosselló aún sigue en la libre comunidad. Como no tienen qué reportar, ahora nos atosigan como cosa de primera plana el asunto del culto de Aguada. Un tal Edwin González Concepción se ha autoproclamado como el sucesor del papa extinto Juan Pablo II. O sea, los boricuas no sólo hemos aportado al mundo al Chupacabras, a Ricky Martin y a varias reinas de belleza, sino que le hemos arrebatado al Vaticano la Santa Sede de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.
Me imagino ya a la guardia suiza apostada frente a la casita donde el papa puertorro vive hacinado con unas treinta personas. ¿Por qué está abandonando la prensa puertorriqueña la cobertura de asuntos tan trascendentales como el vídeo 59, la llorona fantasma y el ovnipuerto de Lajas? ¿Y qué de ese asunto de una acusación contra Kobbo Santarrosa por parte de una supuesta amante? ¿Ah?
Me imagino ya a la guardia suiza apostada frente a la casita donde el papa puertorro vive hacinado con unas treinta personas. ¿Por qué está abandonando la prensa puertorriqueña la cobertura de asuntos tan trascendentales como el vídeo 59, la llorona fantasma y el ovnipuerto de Lajas? ¿Y qué de ese asunto de una acusación contra Kobbo Santarrosa por parte de una supuesta amante? ¿Ah?
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