© Edwin Vázquez de Jesús, UPR-Cayey.
En el 1980 Jimmy Carter, presidente de los Estados Unidos, decidió boicotear los juegos olímpicos que se celebrarían en Moscú. Amenazó con quitarle los fondos al Comité Olímpico Norteamericano y éste cedió a las presiones. Así dejaron a cientos de atletas que habían cualificado después de años de intenso sacrificio sin la oportunidad de enfrentarse en la única lucha entre naciones que es digna. Sin desfilar con la bandera de la nación que aman. Sin que sonara el himno nacional. Permitieron que la política se mezclara donde no debía. La razón del boicot, mirada a través del lente de la historia, parece ahora más ridícula que entonces. La antigua Unión Soviética había invadido a Afganistán. La historia da vueltas. Y a veces se repite. Debido al boicot 65 naciones no fueron a los juegos olímpicos. Cuatro años después, la Unión Soviética y varios de sus aliados les repitieron la dosis a los norteamericanos al no participar en las olimpiadas de Los Ángeles. Unos veinte años después, en el 2001, los norteamericanos invadieron a Afganistán. La gran contradicción histórica. Ahora la Unión Soviética ni siquiera existe. Y los norteamericanos han invadido también a Irak. Y están perdiendo esa guerra como los soviéticos perdieron la afgana.
Los historiadores cometen un gran error sobre el boicot de Carter cuando dicen que ningún atleta con la ciudadanía estadounidense participó en Moscú. El boxeador puertorriqueño Alberto Mercado, un héroe nacional olvidado, desfiló y peleó en esas olimpiadas. En un acto sin precedentes, el Comité Olímpico de Puerto Rico, dirigido por el fenecido Germán Rieckehoff, desafió el boicot y envió una representación simbólica de un atleta. O sea, para ponerlo en perspectiva, varias naciones no participaron por la presión política y las amenazas económicas de los Estados Unidos. Sin embargo Puerto Rico, país que también había sido invadido en el 1898, parte política de ese gobierno, participó. La historia da vueltas. Y a veces se repite.
Recientemente el gobierno norteamericano de George Bush, hijo, le retiró el permiso a los cubanos para impedir de esta forma que participen en el Clásico Mundial de Béisbol que se celebrará en varios países, entre ellos Puerto Rico. Y otra vez Puerto Rico, en una decisión histórica, se ha ido en contra del gobierno norteamericano al solicitar que nuestro país no sea utilizado como sede si no se les permite jugar a los cubanos. Cuba y Puerto Rico son...Claro que hay muchos intereses económicos. Acá y allá. Varios promotores locales le están pidiendo a los dirigentes deportivos del país que tengan cuidado con lo que dicen. Que moderen sus comentarios. Que el norteamericano se puede ofender. Estos cobardes no tienen noción de la historia. Ni de la integridad.
Si quieren saber de integridad que hablen con Alberto Mercado.
El cayeyano lo perdió todo por aquella decisión patriótica de representar a Puerto Rico en Moscú. Casi todo. Hoy no tiene casi nada. Es pobre y está enfermo. Está olvidado pero es rico. Tiene todo eso que no se compra. Eso que le falta a tantos de los que dirigen este país. Hable con Alberto y sus ojos brillarán de orgullo al contar cómo la prensa internacional lo entrevistaba y le preguntaba incrédula sobre cómo Puerto Rico se atrevió a desafiar a los Estados Unidos. Con hablar difícil, lentamente dirá una y otra vez que lo haría de nuevo. Aún conociendo las consecuencias que esto le trajo. Por la patria, me dijo. Porque los puertorriqueños no somos menos que nadie. Porque tenemos que estar orgullosos de nuestro país. Porque no tenemos otro. Porque era mi deber, me dijo.
Alberto es un héroe nacional. Vayan, hablen con Alberto. Lo encontrarán en la Universidad de Puerto Rico en Cayey. La gente como Alberto no se vende, no importa las consecuencias, porque siembra para el futuro. La gente como Alberto está dándole de su propia comida a los que tienen menos. La gente como Alberto nace entre animales en pesebres miserables. La gente como Alberto, tarde o temprano, mueve a las masas. Porque la historia da vueltas. Y a veces se repite.
En el 1980 Jimmy Carter, presidente de los Estados Unidos, decidió boicotear los juegos olímpicos que se celebrarían en Moscú. Amenazó con quitarle los fondos al Comité Olímpico Norteamericano y éste cedió a las presiones. Así dejaron a cientos de atletas que habían cualificado después de años de intenso sacrificio sin la oportunidad de enfrentarse en la única lucha entre naciones que es digna. Sin desfilar con la bandera de la nación que aman. Sin que sonara el himno nacional. Permitieron que la política se mezclara donde no debía. La razón del boicot, mirada a través del lente de la historia, parece ahora más ridícula que entonces. La antigua Unión Soviética había invadido a Afganistán. La historia da vueltas. Y a veces se repite. Debido al boicot 65 naciones no fueron a los juegos olímpicos. Cuatro años después, la Unión Soviética y varios de sus aliados les repitieron la dosis a los norteamericanos al no participar en las olimpiadas de Los Ángeles. Unos veinte años después, en el 2001, los norteamericanos invadieron a Afganistán. La gran contradicción histórica. Ahora la Unión Soviética ni siquiera existe. Y los norteamericanos han invadido también a Irak. Y están perdiendo esa guerra como los soviéticos perdieron la afgana.
Los historiadores cometen un gran error sobre el boicot de Carter cuando dicen que ningún atleta con la ciudadanía estadounidense participó en Moscú. El boxeador puertorriqueño Alberto Mercado, un héroe nacional olvidado, desfiló y peleó en esas olimpiadas. En un acto sin precedentes, el Comité Olímpico de Puerto Rico, dirigido por el fenecido Germán Rieckehoff, desafió el boicot y envió una representación simbólica de un atleta. O sea, para ponerlo en perspectiva, varias naciones no participaron por la presión política y las amenazas económicas de los Estados Unidos. Sin embargo Puerto Rico, país que también había sido invadido en el 1898, parte política de ese gobierno, participó. La historia da vueltas. Y a veces se repite.
Recientemente el gobierno norteamericano de George Bush, hijo, le retiró el permiso a los cubanos para impedir de esta forma que participen en el Clásico Mundial de Béisbol que se celebrará en varios países, entre ellos Puerto Rico. Y otra vez Puerto Rico, en una decisión histórica, se ha ido en contra del gobierno norteamericano al solicitar que nuestro país no sea utilizado como sede si no se les permite jugar a los cubanos. Cuba y Puerto Rico son...Claro que hay muchos intereses económicos. Acá y allá. Varios promotores locales le están pidiendo a los dirigentes deportivos del país que tengan cuidado con lo que dicen. Que moderen sus comentarios. Que el norteamericano se puede ofender. Estos cobardes no tienen noción de la historia. Ni de la integridad.
Si quieren saber de integridad que hablen con Alberto Mercado.
El cayeyano lo perdió todo por aquella decisión patriótica de representar a Puerto Rico en Moscú. Casi todo. Hoy no tiene casi nada. Es pobre y está enfermo. Está olvidado pero es rico. Tiene todo eso que no se compra. Eso que le falta a tantos de los que dirigen este país. Hable con Alberto y sus ojos brillarán de orgullo al contar cómo la prensa internacional lo entrevistaba y le preguntaba incrédula sobre cómo Puerto Rico se atrevió a desafiar a los Estados Unidos. Con hablar difícil, lentamente dirá una y otra vez que lo haría de nuevo. Aún conociendo las consecuencias que esto le trajo. Por la patria, me dijo. Porque los puertorriqueños no somos menos que nadie. Porque tenemos que estar orgullosos de nuestro país. Porque no tenemos otro. Porque era mi deber, me dijo.
Alberto es un héroe nacional. Vayan, hablen con Alberto. Lo encontrarán en la Universidad de Puerto Rico en Cayey. La gente como Alberto no se vende, no importa las consecuencias, porque siembra para el futuro. La gente como Alberto está dándole de su propia comida a los que tienen menos. La gente como Alberto nace entre animales en pesebres miserables. La gente como Alberto, tarde o temprano, mueve a las masas. Porque la historia da vueltas. Y a veces se repite.
Conmovida, pero mas que conmovida, INSPIRADA.
ResponderBorrarHOla.
ResponderBorrarMe encuentro sentado en la cafetería de la UPR de Cayey. Hace unos minutos se me acerco un hombre, el que limpia las bandejas y mesas y 'mapea' el suelo; y me contó una fascinante historia. Me vio con la computadora y me indicó que buscara su nombre...y así corroboré lo que me contó.
Hoy, tuve el privilegio de conocerle y seguir aclarando mi camino como BORINCANO...
Carlos
Saludos Carlos. Alberto sigue inspirándome.
ResponderBorrarEsta historia debe disfundirse hasta la saciedad, habla de la reserva moral de nuestro pueblo, la tabla de salvación en el cloacal océano que nos arropa.
ResponderBorrarsolicito permiso para difundirla en mi blog.
Esta historia no me pertenece. Yo sólo la he narrado. Por lo tanto usted no necesita permiso alguno para difundirla por los medios que estime necesarios.
ResponderBorrarGracias por el comentario.
Sencillamente impresionante.Hay que tener valor para saber que te van a cerrar las puertas en muchos lugares, por tener el valor de afrontar a la plaga llamada Norte Americanos. Viva la Patria y que sea Libre!
ResponderBorraralberto es un gran hombre, bueno y humilde y digno de admiracion. cada vez que lo veo en la universidad tiene una sonrisota para todo el mundo y por algun motivo da paz
ResponderBorrarcada vez que uno entra a la cafeteria de la universidad uno ve a Alberto tan feliz y sereno, con una sonrisa para todo el mundo. Aunque nunca me he atrevido a hablarle se que es una persona buena y digna de respeto y mas aun.. meresedora de la amistad de todos.
ResponderBorrarEs injusto que ahora el no tenga nada, Lo veo todas las mañanas, ya que yo estudio en Cayey y el ahora trabaja repartiendo flyers en la panaderia "Que Pan!".... Una vez me conto su historia pero no le creí.... Hasta que el entrenador y profesor Ricardo Mendoza me lo confirmó. El se merece muchas cosas por eso creo que debemos hacer una campaña, un grupo o algo por el estilo para que se le brinde el honor que el se merece. Busque informacion y en Cayey le ofrecieron un terreno y una casa hace bastante tiempo pero todavia no se la han dado... Necesito ayuda para realizar esta obra... Si alguien me apoya porfavor comuniquese o envieme un correo electrónico nenas.9@hotmail.com.
ResponderBorrarNo es justo que el ahora no tenga nada.... Yo lo veo todas las mañanas en la entrada de la UPR en Cayey repartiendo flyers para la Panaderia "QuePan!" Debemos rendirle el honor que el se merece. El una vez me conto su historia pero yo no le creia hasta que Ricardo Mendoza, entrenador y profesor en la UPR,me lo confirmo. Busque mas informacion y me entere que en Cayey le ofrecieron un terreno y una casa pero todavia no se lo han dado. Se debe hacer una campaña, grupo o algo por el estilo para que el pueda progresar y ser reconocido por lo que el realmente es. Necesito ayuda para hacer esta obra... si alguien esta deacuerdo conmigo por favor comuniquese.. Gracias
ResponderBorrarGracias Frances. Me he tomado la libertad de reproducir tu comentario en mi página de Facebook. Espero que recibas el apoyo que buscas.
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