Charlaba con mis estudiantes sobre reproducción sexual, el tema de la clase, y no sé por qué ni cómo me llegó la imagen. Tyrannosaurus rex, hembra y macho, teniendo sexo en el mundo antiguo como puras bestias. El gigante sobre la gigante. Los demás animales corriendo despavoridos ante los gemidos de placer de la Tyra y del Tyro no sea que cayeran aplastados ante las pisadas sexuales de los dinosaurios. Árboles cayendo con cada contracción orgásmica. Puro sexo animal. Al final todo un predio de terreno desolado por el amor.
También pensé en los brontosaurios. Grandes por demás pero vegetarianos, a diferencia de los T rex. Me imaginé a una brontosauria fingiendo durante el acto. El bronto creyendo que la tenía en la cúspide del placer y ella aburrida. Pero algo la delataba. De cuando en cuando, mientras el bronto la penetraba con furia jurásica, ella estiraba el cuello y se comía par de hojas del árbol más cercano.
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