Los populares no aprenden. Los federales les han pateado el trasero, no hay otra forma de ponerlo, y en vez de hablar sobre la presencia del Tribunal Federal en Puerto Rico, o más bien, la necesidad de que salga, se dedican a barajear candidatos para sustituir a Acevedo Vilá. O sea, la estrategia del Partido Popular Democrático es cómo mantener el status quo. ¿Dónde está la indignación de los populares? Es contradictorio que sean los independentistas los que han levantado su voz de condena al ataque frontal de los federales a nuestros procesos políticos. Claro que más de cincuenta años de persecusión política constante abre los ojos y tumba las vendas. Los populares, la mayoría de ellos, aún no ven lo que les está pasando, lo que les están haciendo, cómo los están clavando.
Peor aún están permitiendo que El Nuevo Día les dirija el proceso de toma de decisiones. El periódico publica una primera plana y los populares responden afirmativamente. A El Nuevo Día se le ocurrió que los aspirantes a gobernador, de salirse Acevedo, deben ser William Miranda Marín o Alejandro García Padilla. Nadie más.
Por supuesto que el candidato sería García Padilla. No tiene experiencia pero es blanco. Miranda Marín tiene dos cosas en contra: es trigueño y es percibido por los leales a Acevedo Vilá como un traidor. Cada vez que se le pregunta si está dispuesto a correr para gobernador se pone culeco y dice que el candidato es Acevedo Vilá pero insiste en su disponibilidad. Hasta tiene a un sustituto para alcalde de Caguas. Ni el perro de Pavlov salivaba como Willy.
Ahora bien, este es el escenario que veo. Si escogen a García Padilla a Willy le dará un ataque de hillaryasis. Esta condición se refiere a lo que le sucede a Hillary Clinton quien no puede contener su rabia cada vez que piensa que a ella le tocaba el turno de ser presidenta y de pronto se apareció el negro de Illinois y prácticamente la ha sacado de carrera. En su mente Hillary ve a Obama como un oportunista que debió esperar su turno y se le coló. Así es Willy.
Por eso creo que si los populares escogen a García Padilla el alcalde de Caguas lo retará en primaria, siete meses antes de las elecciones, aunque se fastidie el partido con él. Ya Hillary está haciendo algo parecido. Matemáticamente es imposible que gane la primaria del Partido Demócrata y ha jurado que se quedará hasta la muerte. Era su turno y no es justo. Pero así es la política, injusta. Caguas seguirá con Willy, García Padilla será gobernador, y a Fortuño se le habrá virado la tortilla. Y los federales seguirán haciendo lo que les venga en gana.
Peor aún están permitiendo que El Nuevo Día les dirija el proceso de toma de decisiones. El periódico publica una primera plana y los populares responden afirmativamente. A El Nuevo Día se le ocurrió que los aspirantes a gobernador, de salirse Acevedo, deben ser William Miranda Marín o Alejandro García Padilla. Nadie más.
Por supuesto que el candidato sería García Padilla. No tiene experiencia pero es blanco. Miranda Marín tiene dos cosas en contra: es trigueño y es percibido por los leales a Acevedo Vilá como un traidor. Cada vez que se le pregunta si está dispuesto a correr para gobernador se pone culeco y dice que el candidato es Acevedo Vilá pero insiste en su disponibilidad. Hasta tiene a un sustituto para alcalde de Caguas. Ni el perro de Pavlov salivaba como Willy.
Ahora bien, este es el escenario que veo. Si escogen a García Padilla a Willy le dará un ataque de hillaryasis. Esta condición se refiere a lo que le sucede a Hillary Clinton quien no puede contener su rabia cada vez que piensa que a ella le tocaba el turno de ser presidenta y de pronto se apareció el negro de Illinois y prácticamente la ha sacado de carrera. En su mente Hillary ve a Obama como un oportunista que debió esperar su turno y se le coló. Así es Willy.
Por eso creo que si los populares escogen a García Padilla el alcalde de Caguas lo retará en primaria, siete meses antes de las elecciones, aunque se fastidie el partido con él. Ya Hillary está haciendo algo parecido. Matemáticamente es imposible que gane la primaria del Partido Demócrata y ha jurado que se quedará hasta la muerte. Era su turno y no es justo. Pero así es la política, injusta. Caguas seguirá con Willy, García Padilla será gobernador, y a Fortuño se le habrá virado la tortilla. Y los federales seguirán haciendo lo que les venga en gana.
Por que configurarlo como que "no aprenden", y que usted creia que eran o siguen siendo: "malos aprendices"? No, son lacayos, no confunda la dinga y la mandinga, por favor, que este blog a veces da grima por el meloneo a ultranza tan descarado. Mas dignidad, por favor, que para eso es uno de los ejemplos mas importantes que tienen que ofrecer aquellos que son parte y ostentan de la "Facultad", con mayuscula y sin mayuscula.
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