El Problema de Ser Obama

Los estadounidenses tienen un doble estándar cuando se trata de juzgar a los candidatos blancos versus al candidato negro. Por ejemplo, a Barack Obama se le ha cuestionado por qué no anda con un broche de la bandera estadounidense en su chaqueta todo el tiempo, cosa que no le piden a los demás (y que tampoco hacen). La respuesta de Obama fue que aunque lo hace a veces, es más importante llevar la bandera prendida en el corazón que en una chaqueta. En otra ocasión se le cuestionó por qué no saludó la bandera en una actividad en Pensilvania. Él contestó, correctamente, que la bandera estaba detrás de él y la persona que estaba cantando el himno estaba al frente. Ahora se ha desatado una campaña (muchos sospechan que Hillary está detrás de esto) vía correo electrónico argumentando que Obama es musulmán. No sólo no es musulmán sino que el ser cristiano le trajo problemas porque su ex pastor, el reverendo Jeremiah Wright, predicó varios sermones controversiales que obligaron a Obama a buscar otra iglesia (cristiana, por supuesto).

Ahora en Puerto Rico varios seudoperiodistas irresponsables han reciclado toda esta basura tras la visita de Michelle Obama, su esposa. Entre ellos se encuentra uno de la cadena 96.5 FM (red 96) llamado Jesús Rodríguez García, quien leyó un correo electrónico viejo que la campaña de Obama se ha cansado de explicar que es una falsedad. De hecho, el New York Times hace referencia al mismo en un artículo publicado hoy. El tal reportero hasta dijo que quién sabe si Obama se convierte en presidente pues, según él, Nostradamus profetizó que los Estados Unidos tendría un presidente negro. Red 96 debería repensar sus contrataciones y poner a gente preparada a dirigir sus programas.

Todo este asunto contra Obama me recuerda el chiste del negro que fue condenado a muerte en un estadio en Atlanta, Georgia. Lo enterraron de tal manera que sólo su cabeza quedó descubierta y soltaron a un toro bravío para que lo atropellara. El negro, que no tenía otra forma de defenderse, le lanzaba mordidas al toro cada vez que éste se acercaba y cuando lo hacía los racistas gritaban: ¡El negro está haciendo trampa!