Por Edwin Vázquez
A menos de dos meses de las elecciones generales en Puerto Rico los políticos lo único que han hecho es saturar al país de acusaciones y contraacusaciones entre ellos. Que si los cargos de Aníbal, que si Lucé Vela, que si Ángel Cintrón, que si Minga y Petraca. Si algo tenemos claro nosotros, el pueblo de Puerto Rico, es que desde la Fortaleza hasta el Capitolio hay una joyanca de aguas negras ininterrumpidas que han saturado el aire de toda la isla con un hedionda peste a heces fecales.
Lo que queremos saber nosotros, el Pueblo de Puerto Rico, a menos de dos meses de las elecciones, es cómo van a sacar a Puerto Rico del roto en que nos han metido todos ellos y las circunstancias locales e internacionales. Que hablen de dónde saldrá el dinero para pagar por las promesas de reducciones contributivas y de eliminaciones de impuestos. Qué harán para mejorar el sistema de salud. Cómo mejorarán el sistema de educación pública del país. Qué medidas específicas tienen para combatir la criminalidad.
Yo sé que en algún lugar los políticos tienen esto escrito, en menor o mayor detalle. Pero no queremos que nos refieran a una página de internet ni que nos digan que está en la plataforma. Háblenlo carajo. Estamos hartos de las acusaciones. Lo que queremos ahora es escuchar sus planes de sus propios labios. Queremos mirarles las pupilas mientras lo dicen. Queremos saber si gaguean o les tiemblan las manos mientras prometen. Queremos saber si entienden lo que están diciendo. Y queremos entenderlos.
Así que basta ya de acusarse los unos a los otros sobre quién se tiró el maldito peo. El pueblo de Puerto Rico sabe que se lo tiraron entre todos.
Es lamentable que la campaña se base en quien es más malo que quien. Han muerto las campañas de altura donde las ideas son las que sobresalen. Por eso está este país así. Adelante y Éxito.
ResponderBorrarTienes toda la razón Prometeo. Esto no siempre fue así. Y lo peor está por venir.
ResponderBorrarNo entiendo para qué queremos que hablen de estas cosas, si sabemos que lo que dicen son mentiras, no tienen sentido, no hay cómo pagarlo, no es posible hacerlo, la colonia lo impide, etc. etc. No recuerdo la última que vez que oí a un político decir algo con sentido y siento un no-sé-qué que me dice que en esta campaña la cosa no va a cambiar.
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