viernes, 24 de octubre de 2008

Rafael Hernández Colón, un Dinosaurio al Punto de la Extinción

Es hora de que el ex gobernador Rafael Hernández Colón se encierre en su biblioteca a leer hasta que le llegue la hora de la paz eterna.  Que no hable.  Que no opine.  Que se quede callado.  Acaba de abrir la boca y aquí me tienen escribiendo un viernes en la noche cuando quería disfrutar de una buena música: algo de Serrat (Romance de Curro el Palmo), Toni Braxton (Un-break my Heart), 50 Cent (21 Questions), Lionel Richie (Stuck on You), Carmen Delia Dipiní (Nave Sin Rumbo), Tchaikovsky  (6ta Sinfonía) o Calle 13 (Pal' Norte), entre otros.

En su lugar he cometido el error de leer esta información de El Nuevo Día:

El ex gobernador Rafael Hernández Colón instó a los puertorriqueños a abrazar la autonomía y el desarrollo de proyectos, como el Puerto de Las Américas, para enfrentar la crisis económica a nivel mundial.  El ex gobernador, durante la conmemoración del natalicio del ex alcalde ponceño Rafael Cordero Santiago, señaló que tanto la estadidad como la independencia no son opciones para salir de la crisis, ya que echarían a un lado el equilibrio de la relación de “fortalecimiento mutuo con Estados Unidos”.
He ahí la evidencia del efecto de los rayos gama sobre un viejo ex gobernador cuyas funciones neuronales están desfasadas.  Para enfrentar la crisis económica mundial debemos seguir con el modelo fracasado del Estado Libre Asociado tal y como está y traer más empresas bajo las mismas condiciones que nos tienen al borde de la bancarrota.  Hernández Colón, en un ataque claro de deja vu, propone el Puerto de las Américas como una gran solución a nuestros problemas.  

Obviamente alguna sinapsis neuronal del exgobernador se ha quedado encajada desde los 1970s, cuando él propuso el desarrollo de algo parecido al Puerto de las Américas.  Sólo que era para traer petróleo solamente.  Sería establecido en el oeste de Puerto Rico y los opositores del mismo lo designaron como el Superpuerco, por la altísima probabilidad de derrames de aceite que afectarían la vida marina desde Mayaguez hasta la isla de Mona.  Lo que nos salvó del Supuerpuerco fue el embargo petrolero en el 1973 por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.  Por poco terminamos con una asquerosidad de metal como la de la Corco en Peñuelas.  

No es que el Puerto de las Américas sea una mala idea.  Es una excelente idea.  Adolece, sin embargo, de un pequeño problema: la Ley de Cabotaje que no nos permite a los puertorriqueños transportar nada sino es en barcos estadounidenses; los más caros del planeta.  Mas aún si se resolviera ese asunto, las declaraciones de Hernández Colón son importantes porque revelan la forma de pensar de un amplio sector del Partido Popular Democrático(PPD) que no ha aceptado que como está formulado ese partido no puede atender los problemas de la sociedad puertorriqueña.

Por eso es que hay dos grandes sectores en el PPD halando cada cual para su lado:  los derechistas tratando de mantener el PPD Classic (e.g. Miguel Hernández Agosto, Hernández Colón e hijos, Roberto Prats), y los de izquierda o centro izquierda pidiendo cambios fundamentales en la filosofía de ese partido (e.g. Néstor Duprey, Charlie Hernández, Luis Vega Ramos).  Los de centro no cuentan pues están ubicados para moverse adonde la ola los lleve.

En la cita Hernández Colón habla del "fortalecimiento mutuo con Estados Unidos".  What the hell?  ¿Mutuo?  ¿La economía de Estados Unidos está al borde de una depresión y vamos a ayudar a fortalecerla?  El PPD está cerca de implosionar en dos vertientes: una fundamentalmente anexionista y otra soberanista que estaría dispuesta a aceptar la independencia de Puerto Rico pero bajo algún tipo de acuerdo de asociación con Estados Unidos. Veremos lo que pasa con mucho interés. 

Mientras tanto Hernández Colón et al. siguen soñando.  Sea la madre de los pajaritos preñados.  

¿Dónde está la canción de Serrat?...a ver...



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