Según el tratado Cubano-Americano del 1903, el gobierno de Cuba fue obligado, se pena de mayor intervención militar, a ceder la bahía de Guantánamo a perpetuidad a los Estados Unidos de América, bajo arrendamiento, con el siguiente propósito:
"...for coaling and naval purposes only, and for no other purpose."
La tortura de prisioneros, violando todos los tratados internacionales sobre conducta durante la guerra, en suelo cubano ha invalidado este tratado cruel, colonial y humillante que los estadounidenses impusieron sobre la nación soberana de Cuba. Guantánamo es de Cuba, para los cubanos y por los cubanos.
La presencia militar de los EE.UU. en esa base es inaceptable, siempre lo fue, y ya es hora de que se organice un movimiento similar a Todo Puerto Rico con Vieques, que logró sacar a la Marina de Guerra de esa nación de nuestra Isla Nena.
La presencia de la milicia estadounidense en Cuba no sólo viola la Convención de Viena Sobre la Ley de Tratados sino que va en contra de las reglas mínimas de derecho internacional.
Nosotros, colonizados, logramos sacarlos de Vieques. A lo mejor es hora de compartir nuestras estrategias con los hermanos cubanos y comenzar a establecer campamentos de protesta en el suelo ocupado de la tierra hermana.
Acabo de leer en el Huffington Post que Obama tiene planes de cerrar Guantánamo: http://www.huffingtonpost.com/2008/11/10/obama-plans-guantanamo-cl_n_142593.html
ResponderBorrarEsas son excelentes noticias Ivonne. Ahora falta que le devuelvan la bahía de Guantánamo a los cubanos.
ResponderBorrarEs una gran ironía que en la carcel mantenida por los Estados Unidos en Guantánamo, Cuba, se torturó despiadamente. George W. Bush, Dick Cheney, Ronald Rumsfeld y Albrto Gonzáles tienen que ser traidos ante un tribunal internacional de justicia y ser juzgados por crímenes en contra de la humanidad.
ResponderBorrarLos Estados Unidos no le puede dar lecciones sobre los derechos humanos a ninguna nación.
Algún dia, ese pedazo de territorio Cubano, ocupado ilegalmente por el Tio Sam, será deveulto a sus legítimos dueños.