No puedo evitar sentir envidia. Celos. Una cosa mala. Barack Obama se ha dirigido a los Estados Unidos desde la Cámara de Representantes y ha llenado de esperanza a 300 millones de habitantes allí y a muchos más a través del mundo.
“While our economy may be weakened and our confidence shaken, though we are living through difficult and uncertain times, tonight I want every American to know this: we will rebuild, we will recover, and the United States of America will emerge stronger than before.”
- Recuperar tesoros perdidos bajo el mar para pagar nuestras deudas.
- Determinar cómo ahorrar dinero pagando menos por más comida en la cafetería de la Cámara de Representantes.
- Buscar cómo sacarle más dinero a través de impuestos a la clase media, la misma que está siendo clavada, reclavada y requeteclavada por las medidas económicas actuales mientras las grandes corporaciones disfrutan de sus grandes beneficios económicos, aún cuando no producen ni generan los empleos prometidos.
- Despedir a miles de empleados públicos aún cuando esto resultará en una recesión mayor al haber menos gente contribuyendo a la economía y gastando más dinero de los programas de seguridad social como los beneficios por desempleo.
- Completar el gasoducto del sur (casi terminado), dejar de construirlo, volver a construirlo, dejar de construirlo, usarlo para transportar gas, usarlo para transportar otra cosa (en cuyo caso se llamaría cosaducto), volver a, dejar de...
- Seguir dándole contratos leoninos (perdón leones) a políticos derrotados en la Legislatura. Estos contratos fluctúan en su mayoría entre $3,000 a $10,000 mensuales para que la gente que el pueblo dijo que no quería en la Legislatura trabaje en la Legislatura asesorando a la gente que el pueblo escogió para trabajar en la Legislatura pero que por su propia admisión no tienen la capacidad de realizar su trabajo en la Legislatura y contratan en la Legislatura a la misma gente que el pueblo dijo que no quería en la Legislatura...y que luego se quejan, muchos de ellos, de la cantidad de comida que les sirven en la Cafetería.
Sé que Obama no es un súper héroe. No pido tanto. Sólo un poco de esperanza. Por eso no puedo evitar que me pulule en la mente una canción al ritmo del anuncio aquel de las galletas Sultana:
Obama, Obama
qué tragedia,
no tenemos un Obama.
Pues, pudimos haber votado por Rogelio.
ResponderBorrarPor supuesto!!! Pero too late.
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