Diez Reflexiones Sobre El Paro Nacional

1.  El pueblo está claro sobre lo que quiere.  Aquí el país se ha rajado en dos: el pueblo y los que se creen que mandan.  Esto puede ser sumamente peligroso o una gran oportunidad de cambio.  Lo que hagamos durante los próximos meses determinará nuestro futuro.  Estamos en una encrucijada histórica y volver atrás no es una opción.  
   
2. Las divisiones partidistas son muy fluidas y débiles.  Marcharon juntos PNPs, PPDs e independentistas de distintos grupos, con gente no afiliada.  La afiliación política nunca fue un issue.  Los partidos políticos están perdiendo el control de sus miembros.  Enhorabuena.
   
3. Esta es una sociedad con un enorme grado de madurez.  La disciplina, organización y determinación demostrada por los manifestantes fue encomiable.  Claro, si yo fuera el gobernador no contaría siempre con esos atributos. El organismo social también pierde la paciencia.
4. Los políticos deben estar sumamente preocupados, asustados, aterrorizados ante la cierta posibilidad de que no volverán a sus puestos en las próximas elecciones.  En el paro marchó gente; en el paro marcharon votos.
5. Los estudiantes han retomado su rol histórico de ser punta de lanza de los reclamos sociales de cambio. Han sido protagonistas encomiables de lo que está sucediendo.  Aún tienen que afinar asuntos importantes, como definir claramente un liderato que pueda negociar asuntos de seguridad, entre otros, con las fuerzas potencialmente represivas.  No se pueden dar el lujo de tener estudiantes realengos siguiendo agendas particulares.  Eso se presta para que el Estado infiltre sus movimientos y manipule sus acciones.  
6.  El pueblo perdió la inocencia que le permitía a los que gobiernan manipularlos.  Este ya no es un pueblo virgen.  Ha sido efectivamente clavado por los de arriba y está harto de coger desde abajo.  Se ha parado y pide cuentas.  En el pasado había sucedido pero con sectores particulares, notablemente con el sector independentista que nunca se arrodilló ante los abusadores.  Ahora es el pueblo entero.
   
7. La estadidad fue enterrada para siempre.  No que hubiese tenido alguna vez alguna oportunidad.  Pero para el que tenga un grado módico de inteligencia social, debe quedar patentemente claro que este pueblo jamás votará por convertir a Puerto Rico en un estado de los EEUU.  La ironía histórica es que quien logró eso fue un gobernador estadoísta y republicano. 
8. El Partido Popular Democrático no tiene nada que buscar en este río revuelto.  La gente sabe que los populares han sido cómplices del estado en que nos encontramos.
9. A la prensa estadounidense no le importa lo que sucede en Puerto Rico, a menos que haya tiros y catástrofes.  Lo sucedido prácticamente pasó desapercibido en EEUU.  CNN le dedicó más de una hora a seguir un globo donde no estaba el supuesto niño perdido (el niño apareció escondido en su casa) y quizás una línea al paro histórico nacional de Puerto Rico.
10. Los usuarios de la plataforma de comunicación Twitter se graduaron con honores.  A través de ese servicio se ofreció información casi en vivo de todo lo que ocurría en todo Puerto Rico relacionado con el paro.  Los medios de prensa tradicionales se levantarán al otro día con un ente mediático que ha crecido, está madurando e invadiendo los espacios que los Nuevo Días y Voceros dejaron vacíos.  Por primera vez la mayoría de los usuarios de Twitter de Puerto Rico se unieron alrededor de un solo tema, en este caso usando el rótulo #ParoPR (en Twitter lingo le llamamos hashtag.  Más sobre eso en otro post).