Sándwich "cubano" Imagen de http://elmesónsandwiches.com |
La última vez que compré un sándwich cubano en El Mesón Sándwiches pensé que se habían equivocado. Me sabía al sándwich "Virginia Ham" que me había comido unas semanas antes. Lo más que recuerdo de ambos sándwiches es que sabían bastante salados. No era un golpe de cloruro de sodio en las papilas gustativas, sino una sensación de que la sal ocultaba el sabor de los demás ingredientes. Recientemente descifré el misterio de mi confusión sódica: vi la tabla de valor nutricional de ese restaurante.
Si los puertorriqueños consumimos más o menos la misma cantidad de sal que los estadounidenses, y no hay razón para pensar que no (y cuidado), estamos en serios problemas. La cantidad diaria promedio de sal recomendada es de menos de 2,300 miligramos (mg) por día. El promedio de sal que consume cada estadounidense es de unos exagerados 3,400 mg por día. Y no es que anden con un pote de sal echándosela a todo lo que consumen. La mayoría de esa sal viene en los alimentos procesados, la comida chatarra y la preparada en muchos restaurantes. Lo que nos trae nuevamente al asunto de El Mesón Sándwiches.
De acuerdo a la tabla de valor nutricional que provee la misma cadena, el sándwich cubano que ingerí tiene un contenido de sal de 2,111 mg, prácticamente la cantidad de sal recomendada para un día. El "Virginia Ham" contiene 1848 mg y el "Corned Beef" podría ser rebautizado como "Promotor de Ataques Cardíacos" con 2,078 mg. Y no se engañe con el aparentemente inocuo "Media Noche pues contiene 2,024 mg. Pero si le preocupa su salud y pide del menú Meso Lite, no compre la "Ensalada César con Pollo"; tiene 2,231 mg.
Es importante señalar que cuando de seguir una dieta se trata, no puede enfocarse solamente en el contenido de calorías. La cantidad de sal, y específicamente de sodio, puede ser tan o más importante como las calorías. El exceso de sal hace que el cuerpo retenga más agua, causando un aumento de peso y de la presión sanguínea que puede resultar en daños al corazón y los riñones. Según un estudio de la Sociedad Americana del Corazón, en el 2010 el consumo excesivo de sal fue responsable de la muerte de 2.3 millones de personas en el mundo por enfermedades cardiacas.
Por supuesto que El Mesón Sándwiches no es el único culpable. Coteje la tabla de valores nutricionales de cualquier cadena de comida rápida y se sorprenderá. El "Cajun Chicken Pasta with Garlic Bread" de Chili´s contiene 3,040 mg, el "Spicy Italian" de 6 pulgadas de Subway contiene 1490 mg y el "Premium Chicken Sandwich" a la parrilla de Burger King contiene 1,350 mg. El Whopper, también de Burger King, contiene 980 mg y el Whopper con Queso 1,380 mg. Claro que rara vez se comen sin papitas fritas: las pequeñas tienen 480 mg para un total en el combo (no agrandado) de 1,860. El Big Mac de MacDonald´s contiene 970 mg y el "Quarter Pounder with Cheese" 1,100 mg. Las papas fritas medianas tienen 270 mg.
¿Qué alternativas tenemos? La obvia es reducir el consumo de sal. Por suerte, al consumir menos nuestro paladar se adaptará y a las pocas semanas lo que hoy nos puede parecer soso sabrá más intenso. Es un proceso de adaptación en el número de receptores de sabor que responden a la sal. Así, algunas cosas que hoy nos parecen sosas podrían darnos la sensación de que están saladas. Debemos comer menos afuera y cocinar más en nuestras casas, donde podemos controlar la cantidad de sal en nuestros alimentos. Considere que una cucharada contiene 2,325 mg de sal. Y debemos rechazar, mientras sea posible, los alimentos enlatados. Por ejemplo, en lugar de salsa de tomate compre pasta de tomate, que no contiene ingredientes adicionales (una cuchara de pasta disuelta en agua equivale a un pote de salsa). De la misma forma no compre salsa de espagueti, prepare su propia salsa con pasta de tomate. Le quedará deliciosa y será mucho más económica. También puede ablandar sus propias habichuelas, lo que le saldrá mucho más económico. Y use jugo de limón y especias para condimentar, además de la sal.
Por supuesto que después de todo un buen sándwich de gazpacho, o unas deliciosas viandas con bacalao de vez en cuando no le harán daño a nadie.
©Edwin Vázquez de Jesús, Ph.D.
Universidad de Puerto Rico en Cayey
Excelente información. Usualmente mi hermana me trae un Sandwich Americano de pollo de Burger King y yo pensaba que lo encontraba salado porque desde que era adolescente reduje considerablemente la cantidad d sal en los alimentos. Ahora me queda claro que no es algo relativo sino absoluto que es muy salado.
ResponderBorrarBasilio, y más cuando uno presume que si es pollo tiene que ser...bueno, bajo en todo.
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