El libro The Looming Tower es un recuento real de cómo la ineptitud de las principales agencias de seguridad del gobierno de los Estados Unidos facilitó los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001. Una de las agencias que más ineptitud demostró, junto con la CIA, fue el FBI. Los terroristas se les metieron al país ante sus propias narices. Mientras tanto estaban gastando y malgastando energías en investigaciones de poca monta o que no conducirían a nada.
Durante las últimas semanas el FBI en Puerto Rico, dirigido por Luis Fraticelli, el mismo que dirigió el asesinato de Filiberto Ojeda Ríos, ha movido toda la maquinaria de esa agencia a esclarecer el caso más importante de su vida. Es un caso con ramificaciones internacionales. Las células terroristas que seguramente Al Qaeda tiene sembradas en los Estados Unidos y quién sabe si en Puerto Rico e Islas Vírgenes son asunto de segunda prioridad. La posible introducción de armas de destrucción masiva a los Estados Unidos, tales como gases venenosos que pueden ser liberados en los trenes de Nueva York, ataques a plantas nucleares o bombazos en los túneles que conectan a Manhattan con los boros y con Nueva Jersey inundándolo todo no son tan importantes como esta nueva encomienda del FBI.
Las energías del FBI están dirigidas al gran asunto de cómo el gobernador de Puerto Rico se compró los trajes que usa. Tan importante es este asunto que el FBI le ha estado soltando a la prensa información confidencial sobre el mismo. Todos los días leemos a nivel de primera plana la importancia de este gran crimen. De hecho, propongo que el FBI vaya más lejos y nombre un grupo de agentes para que estudien los calzoncillos del Gobernador. Porque me sospecho que ahí es donde se esconde la verdadera corrupción. No en lo que se ve sino en lo que no se ve.
No nos equivoquemos. Si el Gobernador violó la ley que pague. Pero por el amor de Dios, que el FBI haga su trabajo y se calle la boca. Que lo haga en silencio y Fraticelli deje de jugarle el jueguito al PNP dando a entender que el posible crimen de Acevedo, si es que lo hubo, se equipara al robo documentado por parte de Pedro Rosselló y sus secuaces de las arcas de Puerto Rico.
Harta la insignificancia, en el marco grande de las problemas de este país, de los trajes del emperador. Me he preguntado a qué se debe la insistencia. La respuesta me la dio el libro The Looming Tower. Allí se hace referencia a los trajes baratos y de segunda que usan la mayoría de los agentes del FBI. Y Acevedo Vilá está vistiendo los últimos cortes italianos. Todo es perdonable menos eso. Para el FBI es inaceptable que alguien vista mejor que ellos. Total, que cualquiera se puede vestir mejor.
Edwin Vázquez de Jesús
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Durante las últimas semanas el FBI en Puerto Rico, dirigido por Luis Fraticelli, el mismo que dirigió el asesinato de Filiberto Ojeda Ríos, ha movido toda la maquinaria de esa agencia a esclarecer el caso más importante de su vida. Es un caso con ramificaciones internacionales. Las células terroristas que seguramente Al Qaeda tiene sembradas en los Estados Unidos y quién sabe si en Puerto Rico e Islas Vírgenes son asunto de segunda prioridad. La posible introducción de armas de destrucción masiva a los Estados Unidos, tales como gases venenosos que pueden ser liberados en los trenes de Nueva York, ataques a plantas nucleares o bombazos en los túneles que conectan a Manhattan con los boros y con Nueva Jersey inundándolo todo no son tan importantes como esta nueva encomienda del FBI.
Las energías del FBI están dirigidas al gran asunto de cómo el gobernador de Puerto Rico se compró los trajes que usa. Tan importante es este asunto que el FBI le ha estado soltando a la prensa información confidencial sobre el mismo. Todos los días leemos a nivel de primera plana la importancia de este gran crimen. De hecho, propongo que el FBI vaya más lejos y nombre un grupo de agentes para que estudien los calzoncillos del Gobernador. Porque me sospecho que ahí es donde se esconde la verdadera corrupción. No en lo que se ve sino en lo que no se ve.
No nos equivoquemos. Si el Gobernador violó la ley que pague. Pero por el amor de Dios, que el FBI haga su trabajo y se calle la boca. Que lo haga en silencio y Fraticelli deje de jugarle el jueguito al PNP dando a entender que el posible crimen de Acevedo, si es que lo hubo, se equipara al robo documentado por parte de Pedro Rosselló y sus secuaces de las arcas de Puerto Rico.
Harta la insignificancia, en el marco grande de las problemas de este país, de los trajes del emperador. Me he preguntado a qué se debe la insistencia. La respuesta me la dio el libro The Looming Tower. Allí se hace referencia a los trajes baratos y de segunda que usan la mayoría de los agentes del FBI. Y Acevedo Vilá está vistiendo los últimos cortes italianos. Todo es perdonable menos eso. Para el FBI es inaceptable que alguien vista mejor que ellos. Total, que cualquiera se puede vestir mejor.
Edwin Vázquez de Jesús
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HISTORIA Y ADVERTENCIA
ResponderBorrarLA HISTORIA
Estaba Sadam Hussein orándo, y le pregunta Dios, ¿Cómo estará Irak dentro de 10 años si no se acaba la guerra civil entre chiítas y sunnis? Dios le contesta: "Estará todo destruido por las bombas".
Sadam se sentó..... y lloró.
Estaba Bush orando, y le pregunta a Dios, ¿Cómo estará América dentro de 10 años?
Dios le contesta: "Estará totalmente devastada por los efectos climáticos del calentamiento global"
Bush se sentó...... y lloró.
Estaba Anibal Acevedo Vila orando, y le pregunta:" Dios,¿cómo estará Puerto Rico dentro de 5 años si soy reelegido como gobernador?"
Entonces, Dios se sentó y lloró.