Te correré absoluta por el vientre fecundo
Cada célula convertida en un huerto
Te sembraré de amapolas alrededor del limonero.
Araré sobre tu pelo.
Escarbaré con mis manos desnudas
Las delicias de tu cuerpo
La lluvia sobre el campo de tus senos.
Regaré sobre tu pecho las ternuras
De mis llantos viejos
Y nacerán margaritas perfumadas con eneldos.
Déjame sembrarte el espacio de tu suelo
Con albahaca, menta y romero
Esta noche perfumada de hierbas y te quieros.
Déjame sembrarte de lágrimas y besos.
© Edwin Vázquez de Jesús
27 de febrero de 2006.
Cayey, Puerto Rico
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