Edwin Vázquez de Jesús
El secuestro de la niña Kamile Stephanie Burgos por parte de un presunto depredador sexual ha revelado cuán ineptos e irresponsables son algunos miembros de la prensa puertorriqueña, especialmente de la prensa escrita. Existe una especie de tabú en este país sobre criticar a la prensa porque muchos de ellos se ponen como gatos boca arriba a defenderse y a alegar que se está violando el derecho a la libre expresión y a una prensa libre. Pero de eso a ser ineptos hay un gran trecho. Nuestra prensa a veces se torna de un color amarillento. El periódico Primera Hora tomó un papel protagónico en una comedia de errores e información falsa que puede no sólo afectar la investigación en progreso sino poner en riesgo la integridad física de la menor, si aún está viva. El Nuevo Día y El Vocero no se han quedado atrás, por si acaso. Estos periódicos han estado publicando una serie de informaciones falsas sobre el posible paradero de la niña basados en rumores sin fundamento originados por personas que ven ahora el rostro de Kamile en toda niña que tenga el pelo riso y esté con un hombre mayor.
El colmo del asunto fue cuando Primera Hora publicó el nombre y la licencia de conducir con la foto de un sospechoso que se había quedado en un hotel de La Parguera, en Lajas, con una supuesta niña que la policía, que no se ha quedado atrás en su ineptitud, identificó como Kamile. Hoy publica Primera Hora que en efecto el señor no es ya sospechoso y que la niña con la que estaba en el hotel era su novia de 22 años. La información la proveyó la propia hija del presunto sospechoso. El periódico se lavó las manos con el título "Era equivocada la pista de la Policía", cuando el título debió ser "Era equivocada la publicación de ayer". Lo incompresible es que el periódico no se haya disculpado con este señor y que para colmo haya publicado nuevamente su nombre y su foto. Esto complica el daño a la imagen porque mucha gente no lee y con ver la foto del individuo y el nombre de Kamile de pasada en el artículo seguirá pensando que él el secuestrador. Este señor debería demandar al periódico por difamación de carácter.
Entre las informaciones publicadas en prensa, radio y televisión está la inverosímil historia de que varias personas la vieron, en más de una ocasión, en una playa del área de San Juan jugando paleta en la arena con un adulto. Eso lo publicaron. ¿Pero es que estos reporteros son retardados mentales? Por qué no le preguntaron a los supuestos testigos que por qué no lo informaron inmediatamente, que por qué no les sacaron fotos con los celulares con cámara tan ubicuos en este país, que cómo es posible que los hubieran visto en la playa durante más de un día? ¿Por qué no les ocurrió a estos reporteros que el último lugar donde estaría un secuestrador con una niña de 12 años sería en una playa pública de San Juan jugando en la arena en medio de una multitud? En otras informaciones ubicaron a la niña en Fajardo, en la zona este, y otras en el área de Ponce, en la zona sur. Prácticamente en los cuatro puntos cardinales al mismo tiempo. Y aún así la prensa se apresuró a publica una información basada en rumores de segundos y terceros. Con la ayuda de la policía, recalco.
Hoy el agente del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Caguas, José Figueroa dijo que la niña tiene una cicatriz en el antebrazo derecho. Dijo Figueroa –La gente se está dejando llevar por el cabello y hay que buscar más allá-. El problema es que no se dan detalles sobre la cicatriz. No sabemos nada sobre su forma. Mi recomendación es que si usted es un hombre mayor, su hija tiene el pelo rizo y una cicatriz en el antebrazo derecho, no importa la naturaleza de la misma, no salga de su casa solo con ella. Podría salir en Primera Hora y lo podrían meter preso.
Mientras tanto, las pistas falsas que han publicado algunos medios de comunicación de Puerto Rico han mobilizado los recursos investigativos a los sitios equivocados. Y Kamile sigue perdida.
El secuestro de la niña Kamile Stephanie Burgos por parte de un presunto depredador sexual ha revelado cuán ineptos e irresponsables son algunos miembros de la prensa puertorriqueña, especialmente de la prensa escrita. Existe una especie de tabú en este país sobre criticar a la prensa porque muchos de ellos se ponen como gatos boca arriba a defenderse y a alegar que se está violando el derecho a la libre expresión y a una prensa libre. Pero de eso a ser ineptos hay un gran trecho. Nuestra prensa a veces se torna de un color amarillento. El periódico Primera Hora tomó un papel protagónico en una comedia de errores e información falsa que puede no sólo afectar la investigación en progreso sino poner en riesgo la integridad física de la menor, si aún está viva. El Nuevo Día y El Vocero no se han quedado atrás, por si acaso. Estos periódicos han estado publicando una serie de informaciones falsas sobre el posible paradero de la niña basados en rumores sin fundamento originados por personas que ven ahora el rostro de Kamile en toda niña que tenga el pelo riso y esté con un hombre mayor.
El colmo del asunto fue cuando Primera Hora publicó el nombre y la licencia de conducir con la foto de un sospechoso que se había quedado en un hotel de La Parguera, en Lajas, con una supuesta niña que la policía, que no se ha quedado atrás en su ineptitud, identificó como Kamile. Hoy publica Primera Hora que en efecto el señor no es ya sospechoso y que la niña con la que estaba en el hotel era su novia de 22 años. La información la proveyó la propia hija del presunto sospechoso. El periódico se lavó las manos con el título "Era equivocada la pista de la Policía", cuando el título debió ser "Era equivocada la publicación de ayer". Lo incompresible es que el periódico no se haya disculpado con este señor y que para colmo haya publicado nuevamente su nombre y su foto. Esto complica el daño a la imagen porque mucha gente no lee y con ver la foto del individuo y el nombre de Kamile de pasada en el artículo seguirá pensando que él el secuestrador. Este señor debería demandar al periódico por difamación de carácter.
Entre las informaciones publicadas en prensa, radio y televisión está la inverosímil historia de que varias personas la vieron, en más de una ocasión, en una playa del área de San Juan jugando paleta en la arena con un adulto. Eso lo publicaron. ¿Pero es que estos reporteros son retardados mentales? Por qué no le preguntaron a los supuestos testigos que por qué no lo informaron inmediatamente, que por qué no les sacaron fotos con los celulares con cámara tan ubicuos en este país, que cómo es posible que los hubieran visto en la playa durante más de un día? ¿Por qué no les ocurrió a estos reporteros que el último lugar donde estaría un secuestrador con una niña de 12 años sería en una playa pública de San Juan jugando en la arena en medio de una multitud? En otras informaciones ubicaron a la niña en Fajardo, en la zona este, y otras en el área de Ponce, en la zona sur. Prácticamente en los cuatro puntos cardinales al mismo tiempo. Y aún así la prensa se apresuró a publica una información basada en rumores de segundos y terceros. Con la ayuda de la policía, recalco.
Hoy el agente del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Caguas, José Figueroa dijo que la niña tiene una cicatriz en el antebrazo derecho. Dijo Figueroa –La gente se está dejando llevar por el cabello y hay que buscar más allá-. El problema es que no se dan detalles sobre la cicatriz. No sabemos nada sobre su forma. Mi recomendación es que si usted es un hombre mayor, su hija tiene el pelo rizo y una cicatriz en el antebrazo derecho, no importa la naturaleza de la misma, no salga de su casa solo con ella. Podría salir en Primera Hora y lo podrían meter preso.
Mientras tanto, las pistas falsas que han publicado algunos medios de comunicación de Puerto Rico han mobilizado los recursos investigativos a los sitios equivocados. Y Kamile sigue perdida.
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