La foto muestra cómo José Padilla es encadenado por los pies antes de ser sacado de su celda.
José Padilla es puertorriqueño, nacido en Brooklyn, New York de padres puertorriqueños. Como tal es ciudadano norteamericano por nacimiento. No es un inmigrante. No es un ilegal. Es un ciudadano como George Bush y Mickey Mouse. Hace varios años la administración de Bush decidió que Padilla era un peligro para los Estados Unidos. Dijeron que era miembro de Al Qaeda y que tenía planes de estallar una bomba atómica sucia en ese país. Lo declararon "enemigo combatiente" y lo metieron en prisión por más de tres años. Sin acceso a abogados por 21 meses. Cero llamadas telefónicas. Deprivación sensorial total, que significa aislamiento total, cero sonidos, oscuridad total, ninguna conversación. Justo cuando el Tribunal Supremo vería el caso de Padilla, y convencidos de que perdería el caso, la administración Bush cambió su designación de "combatiente enemigo" a "acusado criminal". En la nueva acusación no hubo una sola mención de la bomba, de los lazos con Al Qaeda, de los actos terroristas. Sólo acusaciones sobre su supuesta participación en actos militares fuera de los Estados Unidos.
Varios soldados fuertemente armados lo encadenan por las manos y se aprestan a taparle los ojos y los oídos.
El encarcelamiento de José Padilla, previo a un juicio, está siendo descrito como probablemente el más severo que jamás haya sufrido prisionero alguno en los Estados Unidos. Entre las torturas a que fue sometido estuvieron amaenzas frecuentes de que su ejecución era inminente, posiciones físicas estresantes, golpes y la administración de "sueros de la verdad". Dormía en una plataforma de metal y le quitaron su copia del Corán.
Hoy día el ciudadano norteamericano de origen puertorriqueño José Padilla está tan afectado sicológicamente que aparentemente ni siquiera entiende lo que está sucediendo a su alrededor. No confía en sus propios abogados. No sabe si ellos son parte del plan de destrucción emocional a que ha sido sometido. No entiende los cargos. No sabe por qué está preso. Está sicologicamente destruido. Lo destruyeron allí donde es difícil que nos destruyan, en la psiquis. En el último rincón, el último resguardo que nos deja el cuerpo para sobrevivir el sufrimiento más severo. Ojalá Padilla encuentre algún día la fuerza para salir a flote. Que algunas neuronas se hayan negado a sucumbir a la tortura.
Padilla con unas gafas que le impiden ver nada y un auriculares que bloquean todo sonido.
Padilla ahora está en una cárcel federal en Miami. El juicio será a finales de enero. Saldrá libre, sin dudas. Pero lo que saldrá será un ser destruido por un sistema que violó sus propias leyes y le negó los derechos constitucionales básicos y fundamentales a uno de sus propios ciudadanos. Esas son algunas de las bendiciones de la ciudadanía norteamericana.
José Padilla es puertorriqueño, nacido en Brooklyn, New York de padres puertorriqueños. Como tal es ciudadano norteamericano por nacimiento. No es un inmigrante. No es un ilegal. Es un ciudadano como George Bush y Mickey Mouse. Hace varios años la administración de Bush decidió que Padilla era un peligro para los Estados Unidos. Dijeron que era miembro de Al Qaeda y que tenía planes de estallar una bomba atómica sucia en ese país. Lo declararon "enemigo combatiente" y lo metieron en prisión por más de tres años. Sin acceso a abogados por 21 meses. Cero llamadas telefónicas. Deprivación sensorial total, que significa aislamiento total, cero sonidos, oscuridad total, ninguna conversación. Justo cuando el Tribunal Supremo vería el caso de Padilla, y convencidos de que perdería el caso, la administración Bush cambió su designación de "combatiente enemigo" a "acusado criminal". En la nueva acusación no hubo una sola mención de la bomba, de los lazos con Al Qaeda, de los actos terroristas. Sólo acusaciones sobre su supuesta participación en actos militares fuera de los Estados Unidos.
Varios soldados fuertemente armados lo encadenan por las manos y se aprestan a taparle los ojos y los oídos.
El encarcelamiento de José Padilla, previo a un juicio, está siendo descrito como probablemente el más severo que jamás haya sufrido prisionero alguno en los Estados Unidos. Entre las torturas a que fue sometido estuvieron amaenzas frecuentes de que su ejecución era inminente, posiciones físicas estresantes, golpes y la administración de "sueros de la verdad". Dormía en una plataforma de metal y le quitaron su copia del Corán.
Hoy día el ciudadano norteamericano de origen puertorriqueño José Padilla está tan afectado sicológicamente que aparentemente ni siquiera entiende lo que está sucediendo a su alrededor. No confía en sus propios abogados. No sabe si ellos son parte del plan de destrucción emocional a que ha sido sometido. No entiende los cargos. No sabe por qué está preso. Está sicologicamente destruido. Lo destruyeron allí donde es difícil que nos destruyan, en la psiquis. En el último rincón, el último resguardo que nos deja el cuerpo para sobrevivir el sufrimiento más severo. Ojalá Padilla encuentre algún día la fuerza para salir a flote. Que algunas neuronas se hayan negado a sucumbir a la tortura.
Padilla con unas gafas que le impiden ver nada y un auriculares que bloquean todo sonido.
Padilla ahora está en una cárcel federal en Miami. El juicio será a finales de enero. Saldrá libre, sin dudas. Pero lo que saldrá será un ser destruido por un sistema que violó sus propias leyes y le negó los derechos constitucionales básicos y fundamentales a uno de sus propios ciudadanos. Esas son algunas de las bendiciones de la ciudadanía norteamericana.
Edwin Vázquez de Jesús
Publicado en http://edwinvazquez.blogspot.com
deleznable por inhumano, Edwin hombre honesto y puro, tú, al menos puedes denunciar este atropello a la dignidad humana, pero... ¿y los casos idénticos que desconocemos por la imposibilidad de darlos a conocer, cuanto ni más a fotografiar, de las mazmorras castristas o chavistas?
ResponderBorrarMi estimado Damianca:
ResponderBorrarSi otros lo hacen está justificado en todas partes...¿ese es el argumento? Que no sé si lo hacen, pero estaría mal en todas partes...
¡¡¡NO, NO y NO!!! ¿de dónde sacas o deduces esa falacia y barbaridad??!!!
ResponderBorrar¡Ño! Edwin no cojas el rábano por las hojas ni confundas el culo con las témporas.
¿porqué no te planteas realmente lo que yo he escrito? y deduces de ello que pretendo decir que, aún a sabiendas de que existen y se producen, no se habla o denuncian aquellas otras barbaridades de las cuales no hay testimonio gráfico porque no existe en esos lugares la más mínima libertad de expresión. Recuerdo ahora al periodista venezolano que antes de morir consigió fotografiar a su asesino cuando éste huía. Es la excepción que confirma la regla.
¿Porqué se han conocido los disparates de Irak? Porque allí había periodistas y televisión y hasta infames que como divertimento plasmaban en fotografía sus bellaquerías producto de su vesanía, pero también... porque en el mundo libre en el que vivimos tú y yo todo esto, y más, se puede publicar. En otros lugares no, e insisto, aún a sabiendas de ello, callamos.
Esto no es justificar Edwin.