Malditas Monjas Adúlteras

Es una crónica de una demanda anunciada. El Tribunal Supremo de Puerto Rico ha certificado al pueblo de Puerto Rico como una unidad demandante (“clase”) por el caso de la adulteración de la leche fresca que ocurrió durante los años 1990s. Los lecheros, que ahora entiendo por qué se les dice lecheros a la personas tacañas, le echaban agua y sal para incrementar sus ganancias. El grado de irresponsabilidad social, la violación crasa a la ley, el peligro al que pusieron a personas hipertensas que tienen que controlar su consumo de sal, en fin, el crimen cometido, no debería ser castigado solamente con la multa de 900 millones de dólares que les impondrá el Tribunal. Cárcel es lo menos que deberían darle al presidente de Empresas Fonalledas, dueña de Tres Monjitas, una de las productoras demandadas y a los demás dueños de estas empresas. Las otras demandadas son Suiza Foods, Indulac, el Fondo para la Reglamentación de la Industria Lechera y el Gobierno de Puerto Rico.

(Lea las advertencias de la Administración de Drogas y Alimentos a Empresas Fonalledas por poner información falsa en sus etiquetas oprimiendo AQUÍ).


Lea lo que la Industria Lechera de Puerto Rico dice sobre la leche en su página:

La Industria Lechera ha sido la primera empresa agrícola del país durante los últimos años. Sin embargo, ésta ha tenido que sobrevivir a unas épocas críticas. Por tal razón, y con el fin de fortalecerla se comenzó a implantar una serie de programas e ideas nuevas, donde en forma simultánea, se asegurara a todos los sectores de la Industria un precio justo y una calidad excelente del producto. Teniendo esto en mente, se estableció el Programa de Estabilización de Precio que aseguró a todos los productores un precio justo y proporcional; se intensificó el Programa de Calidad de Leche para asegurar una mejor calidad del producto. Además se creó el Programa para suplir leche a los Comedores Escolares. Nos da mucha satisfacción y nos llena de orgullo ver como nuestra Industria Lechera nuevamente tiene vitalidad y es sólida y próspera.

Ahora se quejarán de que la industria está en peligro de morir, que no pueden pagar el dinero, que la crisis económica, que esto , que aquello. Pues hay crímenes que no tiene perdón. Cuando le doy leche adulterada a mis hijas porque estos criminales quieren más dinero están cometiendo un acto imperdonable. Llanamente hay crímenes que no tienen perdón y este es uno de ellos. Aunque la industria lechera de Puerto Rico desaparezca como desapareció la caña de azúcar.

Ya me extrañaba el sabor intenso y delicioso de la leche fresca en el extranjero. Excepto que no creo que la práctica se detuvo en los 90s. La leche sigue sabiendo a agua con sal.

LEA LA NOTICIA DE EL NUEVO DÍA PULSANDO AQUÍ.

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Tags: LECHE FRESCA ADULTERADA FONALLEDAS HIPERTENSION


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