lunes, 19 de marzo de 2007

Código InCIVILizado

3 comentarios:

  1. El Anticristo se llama José Luis de Jesús Miranda, es puertorriqueño (1946), ex convicto y ex heroinómano, y encabeza desde hace 20 años su propia iglesia, Creciendo en Gracia. Empezó en un almacén de Hialeah (Florida), pero su carrera mística se remonta a una noche de 1973, cuando Jesús se le «metió dentro» y le dio su mente mientras, según cuenta, le visitaban ángeles en un sueño.

    Ahora, divorciado, con cuatro hijos y una nueva esposa, el pastor presume de un rebaño de 100.000 seguidores, distribuidos en 300 congregaciones de una veintena de países. Desde su sede central en Doral dirige a 200 pastores, 335 centros educativos, 287 programas de radio y un canal de televisión. Según Newsweek, cada año ingresa hasta 1,4 millones de dólares gracias a la generosidad de sus fieles.

    Hasta aquí, en cualquier caso, el retrato de uno de los muchos pastores evangélicos y líderes carismáticos que proliferan en Estados Unidos. Sólo que De Jesús Miranda carece de freno en su alocada megalomanía religiosa. No le basta con ser la reencarnación de Jesús, ni de San Pablo (según confesó a su grey en 1998). Ni con proclamarse Jesucristo, pese a que semejante revelación le costó el divorcio de su mujer, Nydia, y el abandono de su hijo José Luis Junior, quienes han montado ya su propia iglesia en Puerto Rico. El pasado enero sorprendió a sus seguidores enseñando un 666 tatuado en el antebrazo y declarándose el Anticristo. La segunda venida de Cristo ya está aquí, no hay que seguir adorando a Jesús de Nazaret. «El Anticristo», explica, «significa 'no pongas tus ojos en Jesús', porque Jesús de Nazaret no era cristiano». Es más, considera el evangelio de las iglesias católica y evangélica un falso evangelio, un evangelio «judeizante».

    Así que sus fieles se tatúan la cifra de la bestia para demostrar su fe absoluta e imperecedera en el nuevo Anticristo puertorriqueño. Pero también revientan procesiones católicas y misas evangélicas, queman crucifijos y destruyen libros de los Testigos de Jehová.

    De Jesús asegura que «el negocio de Dios es la fe», pero a juzgar por los Rolex incrustrados con diamantes que luce en la muñeca y los Lexus y BMW blindados en que viaja, también es su negocio. Y se le da muy bien. El reverendo puertorriqueño ha sabido atraer a su parroquia a destacados empresarios hispanos, que donan una parte sustancial de sus beneficios a Creciendo en Gracia. Algunos reconocen que hasta el 20% de lo que ganan. Otros, los menos potentados, hasta el 40% de sus salarios.

    Así paga José Luis de Jesús, por ejemplo, a sus enormes guardaespaldas, vestidos como agentes del Servicio Secreto, auricular incluido. «Necesito protección», se justifica, «porque voy a ser el presidente del mayor gobierno que ha tenido el planeta». De hecho, el púlpito desde el que predica se adorna con un sello calcado del timbre presidencial de EEUU.

    De Argentina a Australia, en efecto, todo un éxito de fe. Porque la de José Luis de Jesús es una doctrina de fácil digestión: «Las personas nos equivocamos, pero no pecamos, porque el pecado no existe». Lo que tantos están deseando oír. Pero que nadie se asuste. Nada que ver con Satán: «Ni el diablo ni el infierno existen. Jesús los destruyó en la cruz hace 2.000 años».


    «Las Escrituras hablan de mí, San Juan habla de mí, y siento que no me hayan entendido»

    Sostiene que es la reencarnación de San Pablo.


    ¡Coño! Edwin, nunca hablaste de este primo tuyo, tan importante.

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  2. Edwin:
    Muy acertado el titulo del conservatorio, verdad? . Es increible pensar que nos hemos creido el cuentito de que en P.R. hay division entre Iglesia y Estado, y que dos o tres fanaticos ignorantes con pancartas en mano puedan detener el progreso de la ley en P.R. con un argumento tan irrelevante y mal fundamentado (en ellos) como: "Eso va encontra de la Biblia".
    Me sorprende ser puertorriquena y no haberme enterado de que aqui seguimos viviendo en la Edad Media...

    Liomarys.

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  3. Damianca:

    ¡Qué horror! ¿La historia llegó a España? Y ojalá fuera mi primo. El tipo está millonario.

    Liomarys:

    Me alegra tu posición clara en contra de la derecha religiosa hipócrita que nos quiere imponer sus códigos de conducta anticuados.

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