Comparto con ustedes una carta que recibí por email que presuntamente fue escrita por el Lcdo. Bennie Frankie Cerezo. Independientemente de quién la escribió (es cónsona con sus planteamientos) es importante leer lo que dice:
No importa si son Penepés, Populares o Independentistas...que no se nos olvide que ninguno de nosotros tenemos un salario como éste y que para el resto del pueblo no hay aumentos de sueldos, ni privilegios como los que ellos disfrutan.
La Ley 81 del 10 de junio de 1998, aprobada por nuestra legislatura bajo el PNP y con la aprobación del entonces Gobernador Pedro Juan Roselló González, aumentó el salario básico de los legisladores en un 50% efectivo en enero del 2001. Así pasaron de $40,000 como salario básico a $60,000 anuales. Los presidentes de Cámara y Senado aumentaron su salario anual a $90,000 anuales. Esto no incluye dietas, autos y otros gastos no tributables.
Eso, repito, entró en vigor en 2001 y fue aprobado en 1998.
Pero la Ley 81 del 10 de junio de 1998 no sólo aumentaba el sueldo a los legisladores mejores pagados en todo el mundo, incluyendo a los Estados Unidos, sino que establece aumentos automáticos, diz y que para ajustarlo al aumento en el índice del costo de vida, según el índice general de precios lo determina la Junta de Planificación. ¿A que otro funcionario público se le da este privilegio?
Consecuentemente en enero del 2005, cada legislador recibió un aumento automático de 23% en su salario; es decir, los legisladores "rasos" subieron de $60,000 a $73,775 anuales para este cuatrienio y los presidentes legislativos subieron a $110,663. Las dietas subieron de $150 diarios a los que residen a menos de 50 kilómetros del Capitolio y de $162 diario para "los de la Isla". Las dietas siguen exentas de contribuciones y los legisladores "donan generosamente" un10% para enfermedades catastróficas. Las tales dietas le costaron al pueblo de Puerto Rico en el 2005 sobre $3 millones.
Más aún, cada legislador recibe un "estipendio" para transportación, es decir, el carro que le pagamos a cada legislador para que vaya a trabajar, nos cuesta $1,400 por cada legislador (78), lo que equivale a $109,200 mensuales o $1,310,400 anuales. Nada de esto, claro está, paga contribuciones.
Dado el aumento de la gasolina, peajes, agua, etc., un cálculo conservador nos proyecta para el cuatrienio que comenzará en enero del 2009 otro aumento automático mínimo no menor un 25% para cada legislador, lo que elevaría el salario del legislador raso de $73,775 a $92,218 anuales y el de los presidentes legislativos pasaría de los actuales $110,663 a $138,328 anuales. Unos míseros $11,527 mensuales para cada uno de los Presidentes de las dos Cámaras Legislativas.
En días recientes hemos visto cómo el Presidente de la Cámara, Don Primitivo Aponte, con uñas y dientes, defiende una supuesta reforma fiscal, insistiendo en que las reformas y ahorros económicos se efectúen únicamente en la rama ejecutiva. Él será un Primitivo, pero sabe que los privilegios legislativos no resisten análisis de ningún ciudadano libre de ataduras o amarres políticos, salvo que éste sea un fanatizado. De ahí que la derogación de esa abusiva Ley 81 del 10 de junio de 1998 y la implantación de la unicameralidad sean las prioridades inalterables e inamovibles de "SANEAMIENTO LEGISLATIVO".
Para iniciar nuestra participación en los debates encaminados a sanear nuestra legislatura, comenzaremos una serie de comunicaciones con los voluntarios que han expresado interés en nuestro movimiento, con el propósito de consignar en público la realidad de nuestra legislatura y de nuestra política. Por ello estamos caminando con pasos de plomo, pues nadie anda en busca de gloria personal pero sí de una limpieza total que nos permita deshacernos de ralea como alguna de la que tenemos en la Asamblea Legislativa de Puerto Rico, la cual todos días evidencian su maldad e incapacidad.
Prueba al canto: el tal Norman Ramírez, Representante del área de Cabo Rojo, San Germán y Hormigueros quien recientemente tuvo el atrevimiento de ordenar la creación, con dineros del pueblo, de medallas para estudiantes aprovechados con el nombre de este legislador-payaso impreso al dorso de cada medalla y sin mención del nombre del estudiante ni de sus logros.
Les ruego que circulen este envío entre sus amistades y que estén pendientes de nuevas comunicaciones y del establecimiento de una página cibernética desde la cual iremos acumulando información sobre cada uno de estos legisladores/vividores.
No importa si son Penepés, Populares o Independentistas...que no se nos olvide que ninguno de nosotros tenemos un salario como éste y que para el resto del pueblo no hay aumentos de sueldos, ni privilegios como los que ellos disfrutan.
La Ley 81 del 10 de junio de 1998, aprobada por nuestra legislatura bajo el PNP y con la aprobación del entonces Gobernador Pedro Juan Roselló González, aumentó el salario básico de los legisladores en un 50% efectivo en enero del 2001. Así pasaron de $40,000 como salario básico a $60,000 anuales. Los presidentes de Cámara y Senado aumentaron su salario anual a $90,000 anuales. Esto no incluye dietas, autos y otros gastos no tributables.
Eso, repito, entró en vigor en 2001 y fue aprobado en 1998.
Pero la Ley 81 del 10 de junio de 1998 no sólo aumentaba el sueldo a los legisladores mejores pagados en todo el mundo, incluyendo a los Estados Unidos, sino que establece aumentos automáticos, diz y que para ajustarlo al aumento en el índice del costo de vida, según el índice general de precios lo determina la Junta de Planificación. ¿A que otro funcionario público se le da este privilegio?
Consecuentemente en enero del 2005, cada legislador recibió un aumento automático de 23% en su salario; es decir, los legisladores "rasos" subieron de $60,000 a $73,775 anuales para este cuatrienio y los presidentes legislativos subieron a $110,663. Las dietas subieron de $150 diarios a los que residen a menos de 50 kilómetros del Capitolio y de $162 diario para "los de la Isla". Las dietas siguen exentas de contribuciones y los legisladores "donan generosamente" un10% para enfermedades catastróficas. Las tales dietas le costaron al pueblo de Puerto Rico en el 2005 sobre $3 millones.
Más aún, cada legislador recibe un "estipendio" para transportación, es decir, el carro que le pagamos a cada legislador para que vaya a trabajar, nos cuesta $1,400 por cada legislador (78), lo que equivale a $109,200 mensuales o $1,310,400 anuales. Nada de esto, claro está, paga contribuciones.
Dado el aumento de la gasolina, peajes, agua, etc., un cálculo conservador nos proyecta para el cuatrienio que comenzará en enero del 2009 otro aumento automático mínimo no menor un 25% para cada legislador, lo que elevaría el salario del legislador raso de $73,775 a $92,218 anuales y el de los presidentes legislativos pasaría de los actuales $110,663 a $138,328 anuales. Unos míseros $11,527 mensuales para cada uno de los Presidentes de las dos Cámaras Legislativas.
En días recientes hemos visto cómo el Presidente de la Cámara, Don Primitivo Aponte, con uñas y dientes, defiende una supuesta reforma fiscal, insistiendo en que las reformas y ahorros económicos se efectúen únicamente en la rama ejecutiva. Él será un Primitivo, pero sabe que los privilegios legislativos no resisten análisis de ningún ciudadano libre de ataduras o amarres políticos, salvo que éste sea un fanatizado. De ahí que la derogación de esa abusiva Ley 81 del 10 de junio de 1998 y la implantación de la unicameralidad sean las prioridades inalterables e inamovibles de "SANEAMIENTO LEGISLATIVO".
Para iniciar nuestra participación en los debates encaminados a sanear nuestra legislatura, comenzaremos una serie de comunicaciones con los voluntarios que han expresado interés en nuestro movimiento, con el propósito de consignar en público la realidad de nuestra legislatura y de nuestra política. Por ello estamos caminando con pasos de plomo, pues nadie anda en busca de gloria personal pero sí de una limpieza total que nos permita deshacernos de ralea como alguna de la que tenemos en la Asamblea Legislativa de Puerto Rico, la cual todos días evidencian su maldad e incapacidad.
Prueba al canto: el tal Norman Ramírez, Representante del área de Cabo Rojo, San Germán y Hormigueros quien recientemente tuvo el atrevimiento de ordenar la creación, con dineros del pueblo, de medallas para estudiantes aprovechados con el nombre de este legislador-payaso impreso al dorso de cada medalla y sin mención del nombre del estudiante ni de sus logros.
Les ruego que circulen este envío entre sus amistades y que estén pendientes de nuevas comunicaciones y del establecimiento de una página cibernética desde la cual iremos acumulando información sobre cada uno de estos legisladores/vividores.
Esto es casi para pegarse un tiro... pero el tiro se lo pegamos a ellos en el 2008...
ResponderBorrarCLARO QUE ESTE PUEBLO NO OLVIDARA
Hada:
ResponderBorrarCon lo del coreano de Virginia Tech cualquier referencia a tiros es peligrosa...pero te entiendo...si pensamos que cada voto es un tiro todo el mundo saldrá a votar para botar...
Que poca verguenza. Paralizan el gobierno, la educacion que es tan importante y la salud con lo de la Reforma, peor. Ellos haciendose ricos, sin hacer practicamente nada, mas que pelear entre ellos. Y mi pobre gente trabajadora y humilde, mas jodia (sorry)cada dia.
ResponderBorrarEdwin, gracias por toda la informacion de tu blog.