Es lastimoso escuchar a una persona con una mente colonizada. Habla con un dejo de miedo. No se atreve mirar a los ojos a su colonizador. Se siente menos y le da las gracias al amo cuando éste lo mira. Ayer fui testigo de esto. Tan pronto lo vi comenzó a sonarme Celia Cruz en la cabeza en perfecta clave salsera.
Qué pena me da tu caso
lo tuyo es mental,
qué pena me da tu caso
lo tuyo es mental
El presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, bautizó oficialmente a El Yunque, ese monte hermoso donde la lluvia casi no cesa, con el nombre de El Yunque. Los reporteros se llenaron de emoción. En la televisión presentaron la inauguración del evento. Una docena de imbéciles se "vistieron" de indios taínos y saltaron como monos celebrando el bautismo de nuestra montaña sagrada.
Todo el incidente se dio porque algún funcionario federal vino hace años a Puerto Rico y le preguntó a los locales cómo llegar al "Caribbean National Forest" y nadie le supo decir.
No gracias al Sr. Bush, pero no gracias. Él no tiene que bautizar a El Yunque como tal porque eso lo hicimos los puertorriqueños hace siglos. Antes de que los primeros colonos llegaran a Plymouth ya nuestros verdaderos taínos lo habían bautizado con el nombre de Yuké, de donde deriva el actual. No necesitamos los puertorriqueños que nadie de afuera, y mucho menos Bush, pretenda validar nuestra historia ni bautizar lo nuestro.
Ayer se encontraban Bhatia y Fortuño culecos en la ceremonia del bautismo de nuestra montaña mientras los pseudotaínos brincaban en taparrabos. ¿Y la prensa del país? Igualmente culeca. Reportaron el evento como la gran cosa. Y a ninguno se le ocurrió preguntar cuál es el efecto práctico para nosotros los puertorriqueños de que Bush haya rebautizado a una criatura que ya nosotros, junto al dios Yukiyú, habíamos bautizado en las aguas sagradas de nuestro bosque lluvioso.
Todo el incidente se dio porque algún funcionario federal vino hace años a Puerto Rico y le preguntó a los locales cómo llegar al "Caribbean National Forest" y nadie le supo decir.
Según el supervisor del bosque, Pablo Cruz, el cambio de nombre comenzó a fraguarse en el 2003 cuando un funcionario de la Reserva Forestal vino a Puerto Rico a celebrar los 100 años de la reserva y buscando direcciones bajo el nombre oficial en ese entonces, Bosque Nacional del Caribe, nadie le supo decir dónde estaba. Todos los ciudadanos se referían al bosque como El Yunque. (El Nuevo Día)Si hubiera preguntado por El Yunque habría llegado. Así que el comisionado residente de Puerto Rico, Luis Fortuño, se dio a la tarea de que el Gobierno norteamericano le "cambiara" el nombre a "El Yunque National Forest". Esto con la ayuda de Eduardo Bhatia, tan colonizado en su espíritu como Fortuño, aunque es su adversario político.
No gracias al Sr. Bush, pero no gracias. Él no tiene que bautizar a El Yunque como tal porque eso lo hicimos los puertorriqueños hace siglos. Antes de que los primeros colonos llegaran a Plymouth ya nuestros verdaderos taínos lo habían bautizado con el nombre de Yuké, de donde deriva el actual. No necesitamos los puertorriqueños que nadie de afuera, y mucho menos Bush, pretenda validar nuestra historia ni bautizar lo nuestro.
Ayer se encontraban Bhatia y Fortuño culecos en la ceremonia del bautismo de nuestra montaña mientras los pseudotaínos brincaban en taparrabos. ¿Y la prensa del país? Igualmente culeca. Reportaron el evento como la gran cosa. Y a ninguno se le ocurrió preguntar cuál es el efecto práctico para nosotros los puertorriqueños de que Bush haya rebautizado a una criatura que ya nosotros, junto al dios Yukiyú, habíamos bautizado en las aguas sagradas de nuestro bosque lluvioso.
Tsl vez piensan que nuestra realidad no es real a menos que un yankee la bautiza como tal, tal vez piensan que nustras vidas son una sueno, una fantasia a menos que ellos las reconoscan como vidas, tal vez presisamente por eso, porque creemos que vivimos en suenos es que nos encontramos en esta pesadilla.
ResponderBorrarEsto casi me causa úlceras....
ResponderBorrarMira que EL YUNQUE es la vista que tengo en el patio.
Como viene un pamplinero a decir que lo va a bautizar...
Esa idea es tan absurda como decir que Colón descubrió a Puerto Rico... Hola: ya habían habitantes en el Archipiélago de Puerto Rico.
Ahora hay que tirarle las orejas para volver a repetirles: "Hola araganes, EL YUNQUEsiempre ha sido EL YUNQUE".
Hada:
ResponderBorrarCuando pase un federal perdido a preguntartarte por El Yunque mándalos pa' Cabo Rojo...
Pero Cabo Rojo es un pueblo muy bonito y vive gente muy culta... No nos obligues a recogerlos acá...
ResponderBorrarCierto Chuliin:
ResponderBorrarQue lo sigan pa'la Mona.