Es sabido (menos por Edwin) que Le Xing, un vecino de Hong Kong se le atrapó el pene en una asiento de un parque. El insólito caso al parecer sucedió porque el individuo, discípulo de Onán, quiso utilizar un agujero del banco como sitio para masturbarse, con tan mala suerte que el asta viril se ingurgitó mucho y se hinchó, con las resultas de que quedó atorada. Los socorristas necesitaron cuatro horas para poder trasladarlo, junto con la banca de 2.5 metros, a un hospital, en donde un carpintero le liberó el magullado “estrolín”. Según el parte médico, el hombre estuvo a punto de perder en el atascamiento sus “partes nobles” como les decían antes a los órganos sexuales. Aunque el uso de objetos como botellas lubricadas, vegetales como el melón o plantas a los cuales les abren un hueco, por onanistas, está documentado por los sexólogos, el hecho de copular con una banca y tenerla como amante es algo extravagante. Aquí en Cayey, hubo una persona que en la adolescencia mantenía relaciones sexuales con una mata de plátano a la cual le había abierto una abertura en la cual se desfogaba. Este personaje llegó al extremo de celar al vegetal y no aceptaba que nadie se le acercara. En una ocasión el coito fue tan apasionado que se le edematizó el pene y este quedó atrapado en la oquedad, por lo que hubo que tumbar a machete la mata de plátano. El dendrófilo (así se llama esta desviación sexual) la lloró. En Cayey se comentaba esta curiosa situación y en broma se decía y se dice que de este maridaje, entre el hombre del cuento, quien era de baja estatura, y la mata de plátano, había nacido, por hibridación el guineo manzano. Edwin vigila tus tomates… A veces el atascamiento de los genitales se debe a bromas pesadas. Es famoso el episodio de un señor, quien en una parranda se quedó dormido en una mecedora cuyo fondo estaba formado por múltiples tirillas de plástico. El personaje tenía una bermuda grande, de esas que llaman de jubilado, con amplias bocapiernas, por una de las cuales se le salieron los testículos y estos quedaron atrapados entre dos tirillas de la silla. Esta circunstancia fue aprovechada por un mamagallista que le colocó un candado en la raíz del escroto lo cual le provocó un enorme edema testicular que les puso las criadillas como unos aguacates gigantes (curiosamente aguacate viene del nahualt y significaba testículos). Cuando al hombre se le pasó la juma y trató de levantarse no pudo porque las dos masas que estaban atrapadas a la silla ajustadas por el candado se lo impedían La familia al ver el problema lo llevó corriendo, con silla y todo, donde un conocido cerrajero del Viejo San Juan. El artesano al ver el caso, se aprovechó y pretendió cobrar $50.000, una suma exorbitante. La esposa brava como el carajo le dijo improperios al cerrajero. Este se cerró a la banda y dijo que por menos plata no le agarraba a un hombre los huevos, los familiares desesperados, con el hombre encaramado en una silla, enguayabado, adolorido y con una muchedumbre de burlones alrededor que hacían comentarios obscenos, cedieron a las pretensiones del cerrajero y este rápidamente abrió el candado,liberaró su nobleza dolorida y ultrajada y se resolvió el problema
Sorete, observá que cuando comentás sobre los yanquis nadie te hace puto caso. Yo soy nadie, no cuento para el contaje.
ResponderBorrarEs sabido (menos por Edwin) que Le Xing, un vecino de Hong Kong se le atrapó el pene en una asiento de un parque. El insólito caso al parecer sucedió porque el individuo, discípulo de Onán, quiso utilizar un agujero del banco como sitio para masturbarse, con tan mala suerte que el asta viril se ingurgitó mucho y se hinchó, con las resultas de que quedó atorada. Los socorristas necesitaron cuatro horas para poder trasladarlo, junto con la banca de 2.5 metros, a un hospital, en donde un carpintero le liberó el magullado “estrolín”. Según el parte médico, el hombre estuvo a punto de perder en el atascamiento sus “partes nobles” como les decían antes a los órganos sexuales. Aunque el uso de objetos como botellas lubricadas, vegetales como el melón o plantas a los cuales les abren un hueco, por onanistas, está documentado por los sexólogos, el hecho de copular con una banca y tenerla como amante es algo extravagante. Aquí en Cayey, hubo una persona que en la adolescencia mantenía relaciones sexuales con una mata de plátano a la cual le había abierto una abertura en la cual se desfogaba.
ResponderBorrarEste personaje llegó al extremo de celar al vegetal y no aceptaba que nadie se le acercara. En una ocasión el coito fue tan apasionado que se le edematizó el pene y este quedó atrapado en la oquedad, por lo que hubo que tumbar a machete la mata de plátano. El dendrófilo (así se llama esta desviación sexual) la lloró. En Cayey se comentaba esta curiosa situación y en broma se decía y se dice que de este maridaje, entre el hombre del cuento, quien era de baja estatura, y la mata de plátano, había nacido, por hibridación el guineo manzano. Edwin vigila tus tomates…
A veces el atascamiento de los genitales se debe a bromas pesadas. Es famoso el episodio de un señor, quien en una parranda se quedó dormido en una mecedora cuyo fondo estaba formado por múltiples tirillas de plástico. El personaje tenía una bermuda grande, de esas que llaman de jubilado, con amplias bocapiernas, por una de las cuales se le salieron los testículos y estos quedaron atrapados entre dos tirillas de la silla. Esta circunstancia fue aprovechada por un mamagallista que le colocó un candado en la raíz del escroto lo cual le provocó un enorme edema testicular que les puso las criadillas como unos aguacates gigantes (curiosamente aguacate viene del nahualt y significaba testículos). Cuando al hombre se le pasó la juma y trató de levantarse no pudo porque las dos masas que estaban atrapadas a la silla ajustadas por el candado se lo impedían La familia al ver el problema lo llevó corriendo, con silla y todo, donde un conocido cerrajero del Viejo San Juan. El artesano al ver el caso, se aprovechó y pretendió cobrar $50.000, una suma exorbitante. La esposa brava como el carajo le dijo improperios al cerrajero. Este se cerró a la banda y dijo que por menos plata no le agarraba a un hombre los huevos, los familiares desesperados, con el hombre encaramado en una silla, enguayabado, adolorido y con una muchedumbre de burlones alrededor que hacían comentarios obscenos, cedieron a las pretensiones del cerrajero y este rápidamente abrió el candado,liberaró su nobleza dolorida y ultrajada y se resolvió el problema