En Puerto Rico existe poco espíritu empresarial. Nunca nos enseñaron en la escuela, ni en la universidad, cómo montar un negocio. Por supuesto algunos lo aprenden o lo heredan, y forman sus propias pequeñas empresas.
Creo que una de las razones por el poco espíritu empresarial en el país es la cultura del mantengo, donde mucha gente espera que el Estado les dé todo. Los gordos colorao´s se sientan frente al televisor a ver el programa de la Comay mientras se jartan un plato de arroz y habichuelas con pollo frito y no ven la necesidad de mejorar sus vidas. De hecho, ésa es su vida.
El Estado tan poco promueve el empresarismo. No defiende a las pequeñas empresas de puertorriqueños que saben que la única forma de salir adelante para ellos es montar un negocio. Si logran sobrevivir el papeleo burrocrático y mancillante de todas las oficinas a las que tienen que ir para un miserable permiso, si logran montar sus pequeños negocios y le dedican con tesón todas sus energías reciben el insulto mayor: el Gobierno les anuncia que toda empresa que genere $250,000 ó más tributará mucho más que antes. Si la persona genera un ingreso individual de $100,000 ó más tributará un 5% adicional al 30 y pico por ciento que ya el Gobierno le chupaba del bolsillo.
El argumento es este: que los que tengan más aporten más para darle a los que tengan menos. Suena casi bíblico hasta que analizamos el asunto. Cuando los miembros del actual Gobierno dicen eso no se refieren a los bancos, las farmacéuticas ni a las grandes corporaciones. Esas sí que tienen dinero. Siempre lo dicen pensando en el pequeño y mediano negocio. Esos que se fajaron para llegar a donde están, sobreviviendo a penas, para recibir otra clavada más.
Para añadirle insulto al agravio los legisladores son pequeños negocios de por sí pues tienen oficinas llenas de mequetrefes que elevan el costo de cada legislador a más de un millón de dólares cada uno. Pero esos no se bajarán el sueldo, las dietas ni los gastos de oficina. Así lo han afirmado.
Así que esa es la lección de Empresarismo 101 que nos da el Gobierno. Si abres un negocio y eres exitoso te jodiste porque vamos a meterte la mano en el bolsillo y a quitarte lo que tienes para que un gordo colora´o pueda ver a la Comay mientras se jampea la batea de arroz con habichuelas. Y con pollo frito.
Por supuesto si fracasas no sólo te quedas tú sin trabajo, sino aquellos que empleaste para sacarlos del mantengo social.
Esto está malo, muy malo. Y los encargados de sacarnos del hoyo nos siguen hundiendo.
Creo que una de las razones por el poco espíritu empresarial en el país es la cultura del mantengo, donde mucha gente espera que el Estado les dé todo. Los gordos colorao´s se sientan frente al televisor a ver el programa de la Comay mientras se jartan un plato de arroz y habichuelas con pollo frito y no ven la necesidad de mejorar sus vidas. De hecho, ésa es su vida.
El Estado tan poco promueve el empresarismo. No defiende a las pequeñas empresas de puertorriqueños que saben que la única forma de salir adelante para ellos es montar un negocio. Si logran sobrevivir el papeleo burrocrático y mancillante de todas las oficinas a las que tienen que ir para un miserable permiso, si logran montar sus pequeños negocios y le dedican con tesón todas sus energías reciben el insulto mayor: el Gobierno les anuncia que toda empresa que genere $250,000 ó más tributará mucho más que antes. Si la persona genera un ingreso individual de $100,000 ó más tributará un 5% adicional al 30 y pico por ciento que ya el Gobierno le chupaba del bolsillo.
El argumento es este: que los que tengan más aporten más para darle a los que tengan menos. Suena casi bíblico hasta que analizamos el asunto. Cuando los miembros del actual Gobierno dicen eso no se refieren a los bancos, las farmacéuticas ni a las grandes corporaciones. Esas sí que tienen dinero. Siempre lo dicen pensando en el pequeño y mediano negocio. Esos que se fajaron para llegar a donde están, sobreviviendo a penas, para recibir otra clavada más.
Para añadirle insulto al agravio los legisladores son pequeños negocios de por sí pues tienen oficinas llenas de mequetrefes que elevan el costo de cada legislador a más de un millón de dólares cada uno. Pero esos no se bajarán el sueldo, las dietas ni los gastos de oficina. Así lo han afirmado.
Así que esa es la lección de Empresarismo 101 que nos da el Gobierno. Si abres un negocio y eres exitoso te jodiste porque vamos a meterte la mano en el bolsillo y a quitarte lo que tienes para que un gordo colora´o pueda ver a la Comay mientras se jampea la batea de arroz con habichuelas. Y con pollo frito.
Por supuesto si fracasas no sólo te quedas tú sin trabajo, sino aquellos que empleaste para sacarlos del mantengo social.
Esto está malo, muy malo. Y los encargados de sacarnos del hoyo nos siguen hundiendo.
Me parece excelente su comentario acerca del tema socio-económico en el que nos encontramos en estos momentos. Es injusto que el que montó su negocio a pulmón y en todas las de la ley, tenga que tributar hasta casi un 40% de su ganancia. Mientras, las grandes industrias foráneas no las tocan por el temor de que se vayan, o que las futuras industrias cojan miedo al invertir en nuestra Isla. Las estadísticas incican que cerca de 20,000 personas alcanzan sueldos sobre los $100 o más... ¿El Gobierno cree que con aumentar un 5% la tributación se resolverean todos los problemas? Esto ocasionará el mismo efecto que el de los despidos, pues habrá menos gente con dinero para comprar productos o servicios. Por tanto, los negocios tendrán que despedir gran parte de sus empleados. Esto provoca un efecto dominó que no se sabe cómo va a parar...
ResponderBorrarPor otro lado, me parece muy acertado su comentario acerca del fallo grande a nivel educativo para fomentar el micro-empresarismo en la Isla. Nuestra sociedad se ha convertido en una CONSUMISTA, en vez de ser PRODUCTIVA. Nuestros egresados están preparados para memorizar conceptos y teorías, pero no para practicarlas en su diario vivir. Nuestros educadores no teorizan su propia práctica, sólo repiten lo que está escrito en los textos elaborados. ¿Cómo es posible que los educadores exijan una serie de compentencias a sus estudiantes, cuando ellos mismos no las modelan o las aplican en sus quehaceres académicos? Nuestra educación es una pasiva, basada en un modelo social Industrial de educación en masa. Esa era ya paso hace mucho tiempo; ese paradigma conductista pertenece a la década de los 40-50. Estudios educativos revelan que menos de un 5% de la facultad utiliza la Web y sus herramientas para producir recursos instruccionales innovadores. Es decir, que todavía utilizan la Web para buscar información y comunicarse por correo electrónico. ¡Eso ya esta obsoleto!
Mientras, el E-learning representa una gran herramienta de educación continua, con grandes atributos que atienden las necesidades de la población no tradicional y tradicional: flexibilidad, educación ubicua, conectividad, productividad, interacción social, gestión del concimiento, colaboración social, entre muchos otros... Sin embargo, los educadores recurren a los recursos tradicionales o recursos tecnológicos limitados. No sé por qué les resulta tan difícil salir de su círculo de comodidad para hacer lo simple de lo complejo, en vez de hacer lo complejo de lo simple en el proceso de aprendizaje de sus estudiantes. Muchos educadores cobran sueldos de tiempo completo, trabajando a tiempo parcial, haciendo el mínimo esfuerzo para fomentar proyectos de investigación, mayor uso de la tecnología, aumento en la gestión del conocimiento y desarrollo de productos útiles para la sosiedad.
Prácticamente, la mayoría de nuestros estudiantes egresados están preparados para ser marineros y no capitanes, ser indios y no caciques. Para recibir órdenes y no para tomar decisiones creativas en la solución de problemas. La escuela mata la creatividad de los estudiantes; la universidad deja de ser universal porque no permite que el aprendizaje se manifieste en sus múltiples capacidades, ni se permite aprender de diversas maneras. ¿Donde está la universalidad, en la materia o en el aprendizaje?
Termino diciendo que tenemos el talento para desarrollar proyectos educativos de vanguardia, pero no tenemos voluntad para hacerlo por diversas razones:
*provoca mayor destaque laboral (esfuerzo)
*provoca mayor compromiso del acostumbrado
*inadaptabilidad al cambio
*temor o apatía a la tecnología
*más trabajo por igual paga
*falta de tiempo
*la escuela y universidad se han convertido entidades basadas en la administración (leyes, reglamentos, comités, procesos, procedimientos) y se han apartado del foco educativo.
*analfabetismo tecnológico.
*Individualismo.
*Sin descargas no hay compromiso.
Lo invito a que acceda algunos de mis entornos Web para que vea parte de tantas cosas que se pueden hacer desde la Web de manera gratuita:
http://incienso.webnode.com
http://edumorfosis.blogspot.com
http://sites.google.com/site/edumorfosis/
Profesor Delgado:
ResponderBorrarGracias por su excelente aportación. Su comentario es en realidad un artículo.
Siempre bienvenido.