Medidas Revolucionarias Para Tiempos de Crisis

El legislador Ángel Rodríguez Miranda ha propuesto una medida económica sin antecedentes históricos en términos de su impacto revolucionario en tiempos de crisis.  Subrayo aquí lo que ha propuesto porque podría sacar a Puerto Rico del atolladero en que se encuentra. 

Han sido muchas las quejas que hemos tenido ante la falta de visión de futuro que han demostrado algunos legisladores.  Las propuestas hechas han carecido de un análisis holístico que incluya el impacto presente y futuro que puedan tener además de sus repercusiones en otros aspectos de la sociedad. 

Es aquí donde la propuesta de Rodríguez Miranda cobra importancia.  Hay esperanza en el Capitolio.  Una luz ha sido encendida.  He aquí la propuesta del legislador, según nos informa El Nuevo Día:

El representante Ángel “Gary” Rodríguez Miranda presentó un  proyecto de ley para que la tarifa de niño en los cines aplique hasta los 16 años y no hasta los 12 como al presente.

Ante esta revolucionaria idea, que seguramente le brindará un alivio económico sin precedentes a la atribulada clase media del país, he decidido hacer públicas unas ideas que me venían revoloteando en la mente y que van por la misma línea de Rodríguez Miranda.  Humildemente las someto a su consideración.  

• Obligar a las tiendas de comida rápida a que preparen versiones infantiles de sus menús para los adultos.  Por ejemplo:
• Little Mac
• El Whopperito
• La Wendita
• El Baconerito
• Una alita y un refresquito...

• Subir la edad del pendejo de 20 años a 24.  Todos sabemos que esa edad, donde la gente casi es oficialmente un adulto de 21 años y un infeliz "teenager" de 19, resulta en economías considerables pues la gente no sabe cómo actuar, si como jovencito o adulto, y termina quedándose en su casa confundido.  Esta propuesta requerirá que se designe la edad de 25 años como la edad adulta.  

• Permitir que la gente se siente en la falda de otra persona en los actos públicos.  Si uno paga por un asiento, ¿por qué no puede hacer lo que le salga del forro con el mismo?  O sea, si se paga por un asiento en un cine, ¿por qué la persona no puede sentar en su falda de gratis a quien quiera?  De hecho, la persona podría alquilar su falda por un precio módico.  Así se ganaría un dinerito y el que alquila puede ver la película por menos.  Como beneficio añadido, bajo ciertas circunstancias este arreglo se presta a diversiones superiores a las de la película de turno.

• Bajar la edad límite para conducir vehículos de 18 a 12 años.  Esto aumentará dramáticamente la población de potenciales consumidores de vehículos y gasolina en el país.  En ese caso podrían venderles carros pequeños y dividir uno de los carriles de los expresos del país en dos, por donde pasarán los niños y niñas mientras escuchan canciones de Hannah Montana y los Jonathan Brothers.

• Eliminarles los privilegios a los viejos en los actos artísticos, incluyendo el cine.  Aquí se define a alguien como viejo a los 65 años.  Dados los avances médicos actuales la gente de 65 años que conozco están como coco y hasta se ofenderían si les das trato de envejeciente.  Por tanto, cero rebaja en los boletos para ellos.  En esencia de lo que se trata es de ayudar a los jóvenes, que van subiendo en la vida, y gravar a los viejos, que bastante que joden.

He aquí mis propuestas económicas para el país.  Espero que la Legislatura las considere  porque nos permitirá, junto a la del Sr. Rodríguez Miranda, salir de esta crisis.  Amén.