domingo, 10 de mayo de 2009

Biología Maternal

Expliquemos esto de manera sencilla. Cuando uno de los 200 a 300 millones de espermatozoides que los hombres liberamos en cada eyaculación llega al óvulo, une su membrana celular con la de éste y libera su núcleo con 23 cromosomas. Ese núcleo macho migrará por el citoplasma del óvulo hasta llegar al núcleo hembra, y los 23 cromosomas de uno se unirán con los 23 del otro. 23 más 23 es igual a 23 pares. 46 cromosomas, nuestro complemento genético.

Fecundación. Ese óvulo fecundado, llamémoslo cigoto, se dividirá rápidamente formando un embrión que se convertirá en feto que se convertirá en otro boricua. Pero en perspectiva, los hombres sólo aportamos los 23 cromosomas, que no es poca cosa. Sin embargo, el óvulo aporta todo lo demás. Es que para que una célula funcione hace falta mucho más que un núcleo. Necesita mitocondrias (con su DNA maternal), factores de transcripción genética, retículo endoplásmico y un montón de estructuras celulares que le permiten funcionar. O sea, el espermatozoide provee 23 cromosomas y el óvulo toda la maquinaria celular que dará lugar al milagro de nacer. En fin que tenemos más de nuestras madres que de nuestros padres.

En este día de las madres, un poco de biología que evidencia otra razón para darles las gracias.


Publicado originalmente el 8 de mayo del 2005

1 comentario:

  1. Excelente manera de ver la primera contribución que te hace tu mamá. Y eso que esa contribución biológica es mecánica y automática. Si encima le añadimos el amor, la educación y la felicidad que nos brindaron nuestras madres, sabremos que no hay tiempo suficiente en el universo para agradecerle lo que nos han dado.

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