viernes, 29 de mayo de 2009

Se alquilan viejas

Regalo la idea. Especialmente a los servidores públicos que serán cesanteados por el Gobierno de turno, el mismo que juró y perjuró que al único que botaría sería al gobernador de entonces. Es un negocio y apuesto a que será un éxito total. Lo podría llamar "Alquile Una Vieja", o si es usted uno de esos con complejos coloniales que cree que las cosas suenan mejor en inglés que en español, podría entonces llamarlo Rent-An-Old-Lady.

La idea no es del todo original. Me llegó de repente en la fila del Walmart local. Estaba en una caja expreso haciendo el tercer turno. La cajera escanea la compra del primer carrito y sigue con el segundo. Fue entonces que me dí cuenta de que ambos carros frente a mí eran parte de una misma compra. Calculé más de 50 ítemes entre ambos. El letrero sobre la caja claramente decía "20 artículos o menos".

Por supuesto me encendí en ira. Hago lo mejor que puedo por contribuir a mi país. Observo las leyes, hago los pares, me detengo ante la luz roja, y si tengo más de 20 artículos no tomo el carril expreso en el supermercado. He aquí ante mí dos especímenes violadores de todo pacto social, una joven y otra patentemente vieja (no envejeciente porque desde que nacemos comienza la desacelaración hacia la muerte) subvirtiendo uno de los acuerdos más sencillos de toda sociedad: no robarás turnos en la fila.

La ira se convirtió en volcán cuando la joven sacó una tarjeta de la familia para pagar la compra. Sí porque está bien que el Gobierno le dé sustento a los más necesitados, pero que hagan la maldita fila coño. Esto debería estar claramente explicitado en el contrato, o como se llame lo que firman para la tarjetita esa: te damos esta tarjeta con el expreso entendimiento de que respetarás las leyes, reglamentos y acuerdos sociales. Si estás de acuerdo haz una X.

Claro que no me quedé callado. Pero tuve la sapiencia de medir mi respuesta. En lugar de quejarme con el dúo robaturnos, me dirigí a la cajera y le pregunté si acaso esta caja no era expresa. Admito que fue una reacción débil ante el atropello cometido. Me sentí como cuando le sonaba la bocinita pendeja de un toyotita que tenía al camión frente a mí. Claro que no fue en vano pues la joven me miró en son de protesta pero parece que, si iba a decirme algo, el humo que salía de mi cara la disuadió.

Después del atraso rutinario de no saber meter correctamente el maldito número secreto de la tarjeta, y pescar entre el botiquín que tiene por cartera por menudo para pagar los artículos que la tarjeta no cubría, se plantaron ambas, joven y vieja, frente a mí inamovibles. Tuve que esperar a que se movieran un centímetro para poder comenzar a colocar mis artículos en la caja. Para colmo noto que la vieja estira la mano para agarrar la primera bolsa de mi compra por lo que tengo que gritarle que ese no, no, no, no, ese era mío.

Alejadas ya la madre e hija, porque escuché cuando la joven le dijo mami, me quejo con la cajera sobre lo que ha sucedido. Ella procede a explicarme que le dijo claramente a la pareja que no podía pasar su compra, a lo que la joven le rispostó que su madre era una señora mayor de edad. Joderse.

La vieja, por mi madre, se veía entera. Ella forma parte de un fenómeno que denomino "viejas abusadoras" (por supuesto que se duplica la cosa con los viejos, pero el foco de mi escrito son las hembras). Son las que, obviando el hecho de que la expectativa de vida en Puerto Rico es primermundista, y de que la mayoría de ellas vivirá más de 80 años, actúan desde los 70 como si estuvieran decrépitas, cuando a todas luces están como coco. Se aprovechan así de los programas sociales del gobierno que les garantizan, desde los 65 años, asientos prácticamente gratis en todos los conciertos del país, aunque esto signifique que los organizadores les aumenten el precio de los boletos a los más jóvenes para cubrir las pérdidas. O sea, la vieja que le robó el turno en el supermercado disfruta de boletos pagados por usted.

Sé que esto suena polìticamente incorrecto pero alguien tiene que decirlo. Es que cuando sea viejo no haré lo que hicieron estas dos criminales. Para colmo la cajera me contó que oyó a la joven decirle a la vieja que qué bueno porque las cajas regulares estaban muy llenas.

Políticamente incorrrecto no. Es más, los inválidos tampoco deben meterse a esa fila, a menos que sean inválidos bíblicos: leprosos, endemoniados, ciegos y cojos en muletas. Que deberían tener su propia fila claramente identificada con un letrero. Sí porque si está cojo en una silla de ruedas lo siento. Está más cómodo que yo y para la cola. Ya quisiera yo hacer fila sentado.

Es que en una sociedad consumerista como la nuestra las filas, como los tapones en el expreso, son un microcosmos donde se devela nuestra forma de ser. Y si no puede observar las normas y reglamentos mínimos de una fila no puede obedecer las leyes del país.

Ahí está. Ese es el punto. O sea, si usted viola las normas de una fila debería ir a la cárcel. En el caso de la pareja de madre e hija podríamos hasta hacer una excepcion en nuestra Constitución y a lo mejor aceptar la pena capital.

Pero volviendo al tema que nos ocupa la idea es sencilla: alquiler de viejas. Usted monta una en el carro y la carga para hacer todos sus menesteres. Se la lleva al supermercado y se cuela con la vieja. Hace lo propio en la farmacia y que le despachen la receta más rápido porque anda con una vieja. Solicita, y le otorgan, un permiso de estacionamiento para gente inválida (o cualquiera que sea el eufemismo de turno) y se estaciona frente al negocio.

El negocio será un éxito. Es más, si el precio es razonable yo me llevo dos o tres.
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22 comentarios:

  1. Edwin:

    ¡Yo también he sido víctima de la maldita vieja abusadora esa! Y por supuesto, de la hija que siempre anda con ella y cuela su comprita con la de su señora madre.

    Bravo Edwin. Bravo. ¡Este es el mejor rant que he leído este año! Spot on!;-)

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  2. Cangri:

    Yo creo que es una ganga.

    Y gracias. Me sanó algo el alma escribirlo.

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  3. jajajajajajajaja!!!!! Edwin es q me imagino tu bien molesto en la fila, y creeme q la cajera tiene q haber estado igual de molesta, lo digo por experiencia propia como cajera, cuando estamos en el departamento de joyeria o mesa de informacion y hay fila en las cajas regulares se llaman a clientes con 10 articulos o menos para cobrar, y los descarados iban con un carrito LLENO y le deciamos Permiso no puede pagar por aki son 10 o menos y decian ah no lo q pasa es q esta todo mezclado son tres compras aparte, POOORRA ES como si uno fuese pendejo y no c diera uno cuenta de q la compra es de una de ellas y q toas se pasan la misma tarjeta para pagar la compra, en fin, a raiz de esta situacion decidimos bajar el numero de 10 a 5 articulos para evitar esta situacion, Aun asi existe tal descaro!!! jajaja pero q se puede hacer, por lo general son cuponeros q por salirse de listos se tiran la maroma!!! jajaja Eso pasa!!!

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  4. Edwin,

    ¡Quedó buenísimo el escrito! ¿Y que me dice de las personas que tienen familiares impedidos y los utilizan para tener el permiso para estacionarse en su área designada? Yo he visto en numerosas ocasiones señoras en sus SUV gigantes utilizando esos estacionamientos cuando es evidente que no padecen de ningún impedimento ni andan con el familiar impedido. Es como si caminar un poco más les marchitara las piernas o hace que les salgan más arrugas.

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  5. J:

    Gracias. El caso de los permisos para impedidos debería ser tema de otro escrito. Tienes toda la razón y también lo he visto. Eso lo hace la gente que, si la dejas, mete el carro dentro de la tienda.

    El estacionamiento puede estar medio vacío pero darán vueltas y vueltas esperando a que se vacíe un espacio cercano a la puerta. Dentro del vehículo, por supuesto, está manisfestada la obesidad en su pesada expresiön.

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  6. Yo concurro..te imagino y me imagino,yo hubiera parado la fila y llamo al gerente,la senora q pague,la joven que haga la fila.Y esos mismos jovenes,te lo digo por experiencia tambien son los exprimidores y abusadores de los ancianos...practica demasiado extendida en PR;eso me gustaria lo comentaras.Soy medico y vero como la soledad y el abuso de los jovenes contra el anciano esta cada dia mas extendido.Pero la vieja que mencionaste,es un estereotipo nuevo,yo le llamo la "vieja alza",quieren todo ahora y me voy y me lo merezco....esos me exasperan,como a ti! Buen dia!

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  7. Me has hecho reir un montón, Edwin, tempranito en la mañana suando más cuenta. Todos los santos diás pasa algo como lo que mencionas que me prende una llama interior. Pero de verás que no sé por qué todavía nos enfogonamos si todo lo que dices y lo que mencionan tus lectores en los otros comentarios es lo normal y cotidiano. Ser ganzo(a) es el valor social actual más alto en PR. Eso lo saben todos los jovenes. Nosotros los viejos somos los que quiesieramos volver a los valores originales. Cuélate la próxima vez y te ganarás la admiración de los jóvenes. Pregúntale a tus estudiantes si no es así.

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  8. Fini:

    Para apoyar tu argumento te cuento que le asigné a un grupo un trabajo escrito como bono, cosa que usualmente no hago pero debe ser la edad. Lo asigné en grupos de 4 estudiantes. He corregido el primero y tengo cuatro plagios de internet unidos para formar un plagio mayor. Hasta dejaron los enlaces Fini. O sea, con todo y palabritas azules.

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  9. Cuando hagas la selección procura que sea jaiba y cafre para que el paquete este completo. Conozco algunas que te puedo sugerir. Saludos

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  10. Edwin, he compartido tu ira varias veces, y aunque he fantaseado con armarle un dime y direte al infractor, al fin y al cabo dudo que su respuesta sea del tipo: "Sí, perdone, no lo debería hacer", y más del tipo: "¡Vete pa'l c*****, canto'e m***b***!".

    El otro síndrome de las "viejas alzá's" (me gustó ese término de Yago) es que se creen en la plena libertad de decir lo que les dé la gana sin importar cuán inapropiado sea. Y no estoy hablando de personas con deficiencias mentales: estoy hablando de la viejita que está como coco y sabe que como es una "persona mayor" puede decir lo que se le ocurra y la gente tendrá que aguantarlo.

    Así que ahí tienes otro punto para cuando promociones tu centro de alquiler de viejas: "¡Úsala para raspársela clarito a alguien que te caiga mal!". :-D

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  11. Tan reciente como ayer en el correo de Caguas fui testigo de alguien que no alquiló una vieja, sino una amiga con yeso en la pierna (o en este caso, pata, por el encojonamiento que tengo). La que iba a realizar la transacción, que para colmo era un envío de paquete SIN PREPARAR, era la amiga con la patita SANITA, y simplemente entró con la otra enyesada (que caminaba de lo más bien con sus CROCS y todo) para colarse.

    Personalmente ya yo había hecho 35 minutos de fila, con mi hijo pequeño dormido al hombro y dos niños más. Delante de mí había una viejita (y ésta sí se veía frágil y aparentaba alrededor de 85 años) Y está del carajo que el empleado ni preguntó por qué las petardas aquellas se habían pasado al frente (o más bien entraron directito al mostrador). Asumiría él detrás de su ceño de perro bravo que la persona tiene sus razones... claro, la razón es la maldita listería que permea en este país.

    Gracias por proveer el pie para el desahogo colectivo y el ánimo para abrir nuestras bocotas la próxima vez que nos pase. Porque si no, como diría Mayra Montero, bien que nos lo merecemos.

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  12. Esa es la clientela de mantengo que justifica la existencia de la "empleomanía" de administración de programas sociales. El estado burocrático-clientelista no puede producir otra cosa.

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  13. Isa:

    Me han estado contando cuentos...esto está peor de lo que pensaba. Parece que es algo bastante generalizado. Es la falta de todo respeto a los derechos del prójimo. Y por ahí subiendo vienen sus hijos.

    Myrisa, es lo que produce la cultura del mantengo.

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  14. Saludos Edwin:

    También eh sufrido los ataques de las viejas justo cuando uno esta llegando a la cajera, ahí es cuando sacan el libro de cupones y exigen que verifiquen los precios, mientras los de la fila se comienzan a mirar unos a otros y por los murmullos parecen que están rezando.

    Una ocasión detuvimos una pareja y el viejo que estaba con tremenda “jumeta” y bastante agresivo, lo arrestamos y remedio santo, se transformo en tremendo ser humano.

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  15. Anónimo9:15 a. m.

    En la Universidad de Control de Masas (Disneyworld) yo vi que era el impedido y un acompanante, al resto de los aguzaos los mandaban para la fila. Porque hay aguzaos que alquilan sillas de ruedas y por ahi se monta toda la familia para la coladera.
    A los cajeros les digo que es mejor pasar un mal rato que repetir la misma vaina todos los dias.

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  16. Edwin,

    nunca lo había leído, soy nuevo en lo de los blogs y me niego a tener FakeBook, pero comparto su pensamiento, me gusto que usara la palabra vieja, aquí en Puertorro usan muchos eufemismos, en vez de decir negro dicen negrito, en vez de decir hijoeputa dicen Rivera Shatz y esas cosas. Apunteme como otro lector de su tremendo blog. Exito.

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  17. Estimado Alkarah:

    Bienvenido a mi blog. Los eufemismos merecen un escrito también. Oye, ¿por qué será que tu nombre me suena tan familiar? ¿Ah?

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  18. jajaaaaa, muy bueno!!! aunque te pusiste cruel con los pobres cojos...

    oye Edwin, apuesto que tu eres uno de los que, en la carretera, voluntariamente das pase a otro conductor y luego te quejas porque el desgraciado no te dio las gracias.. jejeeeeee

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  19. Embudo,¿acaso me conoces? Porque precisamente les grito GRACIAS a los malagradecidos a los que les hago el favor. Pero ya sabes, de esas gracias que suenan a, y de hecho son, insultos.

    En cuanto a los cojos hice una distinción entre los bíblicos y los modernos. Claro que no se debe bromear con eso porque todos tenemos el potencial de perder mobilidad. Lo importante es que, si nos pasa, no lo usemos para obtener ventajas inmerecidas.

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  20. Edwin, te tengo un tremendo ejemplo de una viejita alzá'... ¡aunque a ésta la bajaron del caballito con un taser!

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  21. Rata, no había visto este comentario. Excelente ejemplo!.

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  22. hahahah diantre la situacion esta y la mia no tienen perdon de nadie.

    los cuponeros son una plaga y las viejas malcriadas otra y si ambas se unen en tiempos de AH1N1 lo que tenemos es un descojon maquiavelico

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