viernes, 12 de junio de 2009

Aceites milagrosos y bacterias sangrantes

La imperiosa necesidad de algunos seres humanos de tener señales divinas para fortalecer su fe los lleva con demasiada frecuencia al ridículo. "Ninguna señal les será dada, sino la de Jonás el profeta" (Mateo 12:39), les había advertido Jesucristo a los dudosos de su época. Sucede que una casa bota aceite por las paredes, y obviando la navaja de Occam, la pastora residente ha declarado que es un milagro divino. Ha dicho, nada menos, que en una urbanización desconocida de Barceloneta Dios ha decidido llevarle un mensaje a la humanidad destilando aceite por sus paredes. Y no es ningún aceite bíblico, por si acaso. Aceite de oliva no es. Extra virgen nacarile.

Según el Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico, que por razones sobrenaturales para mí envió una muestra a Estados Unidos aún cuando en Puerto Rico hay químicos de primer orden (i.e. los complejos coloniales), el aceite es una mezcla de productos manufacturados, entre ellos algunos derivados del petróleo como naftaleno. Pensar que el mismo ha sido usado por la pastora y otros religiosos para ungir a sus feligreses. Pensar que alegan éstos que el aceite ese es milagroso. Si es que es como usar aceite de carro para ungir a los enfermos.

Esta gente es la versión moderna de los antiguos brujos. Lo triste es que la prensa tradicional les da un megáfono a través de sus páginas y hasta sugiere la posibilidad de que sea cierto. Ya lo habían hecho hace años con una estatua de la Virgen María en Naranjito que supuestamente sangraba. Por suspuesto en el artículo no hubo mención de la bacteria Serratia marcescens ni de su pigmento rojo prodigiosina, que parece sangre. Esta bacteria ha sido vinculada a los supuestos milagros donde objetos religiosos sangran. De ahí el prodigioso nombre del pigmento. En realidad se trata de la bacteria que produce el pigmento copiosamente.

En cuanto a ungir gente, he ahí un uso adecuado para los miles de galones de aceite usado de carro que generamos en este país. Se lo venden a los religiosos ávidos por creer y éstos lo usan en sus cultos religiosos. Embadurnan a los creyentes con la negra sustancia hidrofóbica y que Dios obre. Así, lubricadas y lubricados gritarán sus aleluyas. Kinky.

4 comentarios:

  1. Eso de la virgen sangrando no es ningún milagro porque todas las virgenes sangran, eso lo sabe todo el mundo.

    Y la tipa de la casa esa con los aceites tiene una cara de buscona profesional, el cristianismo y el colonialismo son complices del crimen cometido contra mi pueblo.

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  2. Alkarah, tienes razón. Sagran cuando les llega la regla.

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  3. Saludos, lo que los ingenieros fallan en decir es que el naftaleno y tolueno encontrados en el aceite son peligrosos para la salud. Es interesante dos cosas de la noticia, primero que son los ingenieros civiles y no los ingenieros químicos que tendrían mas competencia. Segundo el Colegio de Químicos de PR que tendrían los expertos en el área no han dicho nada.

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  4. José, gracias por ese importantísimo punto. Según Wikipedia, Exposure to large amounts of naphthalene may damage or destroy red blood cells. Humans, particularly children, have developed this condition, known as hemolytic anemia, after ingesting mothballs or deodorant blocks containing naphthalene. Symptoms include fatigue, lack of appetite, restlessness, and pale skin. Exposure to large amounts of naphthalene may cause nausea, vomiting, diarrhea, blood in the urine, and jaundice (yellow coloration of the skin).

    When the U.S. National Toxicology Program exposed male and female rats and mice to naphthalene vapors on weekdays for two years,[8] male and female rats exhibited evidence of carcinogenic activity based on increased incidences of adenoma and neuroblastoma of the nose, female mice exhibited some evidence of carcinogenic activity based on increased incidences of alveolar and bronchiolar adenomas of the lung, and male mice exhibited no evidence of carcinogenic activity.

    The International Agency for Research on Cancer (IARC)[9] classifies naphthalene as possibly carcinogenic to humans and animals [Group 2B]. The IARC also points out that acute exposure causes cataracts in humans, rats, rabbits, and mice; and that hemolytic anemia, described above, can occur in children and infants after oral or inhalation exposure or after maternal exposure during pregnancy.


    El silencio del Colegio de Químicos en este asunto, aún cuando les han usurpado funciones (o por lo menos atribuciones), es intrigante.

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