sábado, 8 de agosto de 2009

Un Gobierno Patogénico

Los adelantos de la ciencia y la medicina han puesto en la falda de la Humanidad la oportunidad histórica de combatir efectivamente, por primera vez, una pandemia de influenza. Tenemos hoy todas las herramientas para enfrentar exitosamente este contagio. Sabemos cómo combatir su propagación con medicamentos antivirales. Existe una vacuna que estará disponible durante los próximos meses. Y lo más importante: es una enfermedad prevenible si tomamos las medidas de precaución correctas. Estas condiciones no estuvieron presentes en las tres grandes pandemias del siglo pasado: la del 1918, la del 1957 y la del 1968. Este virus tiene todas las de perder. Pocas veces hemos podido decir eso sobre alguna plaga.

Conocer sobre la influenza me ha preparado de forma especial para no temerle. Sin embargo, por primera vez tengo miedo de lo que pueda pasar. El temor se debe, como siempre es el caso, al desconocimiento. No sobre el virus, cómo se propaga, cómo muta, cómo se combate. Eso lo sé. Lo que me asusta es el despliegue soberbio de ineptitud crasa por parte del gobierno de Puerto Rico en el manejo de esta crisis.

No sé qué está haciendo el Departamento de Educación en las escuelas para minimizar el impacto de la entrada de miles de estudiantes a planteles sin preparar adecuadamente. La mayoría de los maestros tampoco lo sabe. No sé qué está haciendo el Departamento de Salud para el manejo efectivo de esta crisis. No dicen. Lo que está claro es que están en actitud de negación. Ayer el nuevo Secretario de Salud dijo que esto está mejorando y eso me aterra. Por que yo sé que no sólo no está mejorando sino que está poniéndose peor. Ver que el nuevo Secretario está dispuesto a mentirle descaradamente al pueblo de Puerto Rico de esta forma intimida.

De nada sirven los medicamentos ni las potenciales vacunas si las personas a cargo de las agencias involucradas están discapacitadas para llevar a cabo sus funciones. Tenemos el privilegio de saber exactamente lo que tenemos que hacer para detener esta enfermedad y minimizar su impacto. Una oportunidad histórica que, por lo menos en Puerto Rico, estamos a punto de desperdiciar.

He dicho una y otra vez, en conferencias, conversaciones y escritos, que tenemos que evitar la histeria. Me reafirmo. Pero no puedo evitar sentir miedo ante una plaga potencialmente más patogénica que el AH1N1: el Gobierno de Puerto Rico y su incompetencia virulenta.

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo,es mi misma preocupacion,todavia pensaba en estrategias politicas..ahora creo es total ineptitud..y puede costar vidas!Quiera Dios estemos equivocados!

    ResponderBorrar
  2. El primer discapacitado para su puesto es Luis Fortuño. Acaba de relevar al "nuevo" secretario de salud cuyo proceso de confirmación comenzaba mañana. Nunca había visto un gobierno tan incompetente.

    ResponderBorrar

Opina aquí