En un artículo reciente Mark Bittman, del The New York Times, explicaba cómo muchos de sus padecimientos digestivos desaparecieron cuando dejó de consumir leche y sus derivados. Bittman padece de lo que se conoce como intolerancia a lactosa, la inhabilidad para digerir dicha azúcar de la leche. La razón para la condición es que no se produce lactasa, la sustancia o enzima que descompone lactosa en dos azúcares más pequeñas llamadas glucosa y galactosa, fácilmente absorbidas por el cuerpo. En ese caso las personas tienen la alternativa de, como Bittman, abandonar su consumo o ingerir lactasa comercial previo al consumo de lácteos. Esta proviene de un hongo y es igualmente efectiva en descomponer lactosa.
La Caridad Romana. Siglo 17. Guido Cagnacci. Museo de Arte de Ponce, Puerto Rico. El cuadro muestra a Pero amamantando a su padre Simón, quien había sido condenado a muerte por inanición. |
Se estima que esta adaptación evolutiva ocurrió hace unos 5,000 a 10,000 años. Como señala Bittman, en Estados Unidos el 90% de los descendientes de asiáticos y el 75% de los descendientes de mexico-americanos (especialmente descendientes de americanos nativos) y africanos son intolerantes a la lactosa. Sin embargo, en lugares como Dinamarca casi el 100% de los habitantes la toleran. Interesantemente estas personas pueden comer yogurt sin problemas. La razón es que durante su producción las bacterias fermentan casi toda la lactosa. En muchos otros derivados de leche (algunos quesos, mantequillas, etc.) queda tan poca lactosa que muchas personas intolerantes pueden consumirlos.
El consumo de leche está sumamente arraigado en algunas culturas. De hecho la palabra galaxia proviene del griego donde significa lechoso o lácteo. De ahí el término Vía Láctea. El la Biblia la tierra prometida es descrita como una donde fluye leche y la miel (Éxodo 3:8). Pero, ¿cuán esencial es la leche en la etapa adulta? No es necesaria, especialmente si se consumen alimentos ricos en calcio, tales como el brócoli, hojas verdes como espinaca, sardinas y salmón, entre otras o si se toman suplementos de calcio.
La tolerancia a la lactosa es un ejemplo claro de cómo los humanos seguimos evolucionando y cómo la selección natural actúa para mantener unas características biológicas ventajosas en contextos particulares.
Edwin Vázquez de Jesús
Universidad de Puerto Rico en Cayey
Se permite su libre distribución con la debida atribución.
Hace tiempo he leido en una revista científica también sobre la lactosa y lactasa, que en los adultos se apaga por no consumir la suficiente leche. Decía algo como:
ResponderBorrar""hacerse un hombre" era dejar de consumir leche para consumir café por las mañanas. Por eso los adultos de 40 años en adelante, tienen la intolerancia muy desarroyada. Los menores de esa edad han consumido y siguen consumiendo leche en el desayuno y otros lácteos, por eso la intolerancia a la lactosa baja según bajemos la edad del sujeto"
No sé si será cierto...
Saludos:
BorrarHay mucho de cierto en eso. La producción de lactasa disminuye con la edad.