sábado, 25 de mayo de 2013

La Gran Falacia del Rapto Cristiano

Los cristianos fundamentalistas le llaman el rapto o arrebatamiento.  Esto es lo que nos dicen:  el día menos pensado millones de personas desaparecerán súbitamente creando un caos mundial.  Choferes desaparecerán mientras conducen provocando accidentes automovilísticos.  Pilotos desaparecerán en medio del aire y los aviones se precipitarán a tierra.  Cirujanos se esfumarán en medio de operaciones al corazón.  Estudiantes se quedarán atónitos en las salas de clases cuando profesores y colegas sean arrebatados hacia el cielo.  Lo que ha sucedido, según ellos, es que Cristo ha venido (Segunda Venida) y se ha llevado a los creyentes para que no sufran el gran sufrimiento que se avecina.  Le llaman la Gran Tribulación y será un período de siete años durante el cual reinará el Anticristo.  Habrán catástrofes de proporciones bíblicas, por supuesto, basado en una interpretación literal del libro de Revelaciones o Apocalipsis. Al final de este período Cristo regresará (por tercera vez) a establecer su reino en la tierra.  

¿De dónde sale esta cuento fantástico?  Para los que creen en ella, la biblia no dice esto en ningún lado.  Resulta por tanto contradictorio que quienes más insisten en una interpretación literal de la biblia (un asno habló, un hombre sobrevivió tres días dentro de un pez, una serpiente tentó a una mujer y el sol se paró), sean sus principales propulsores.  ¿Qué nos dice la biblia?  Sucede que a los tesalonicenses les preocupaba este tema por lo que el apóstol Pablo les escribió dos cartas aclarando, entre otras cosas, este asunto.  En su primera carta les describe cómo sería la llegada de Cristo:  
"Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero."Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor". 
(1 Tesalonicenses 4:16-17)
Aparentemente en Tesalónica había gente que, como ahora, sembraba confusión entre los seguidores en cuanto al supuesto regreso de Cristo.  Entonces Pablo les explicó, como quien le explica a un niño de seis años, cómo ocurriría el evento:
Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. (1 Tesalonicenses 2:1-2)
Ahora viene el remate, la evidencia contundente de que los que predican el supuesto rapto "pretribulacionario" son unos disparateros bíblicos:
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición... (1 Tesalonicenses 2:3)
A ver, por si alguien no lo entendió: según Pablo, Cristo no regresaría hasta después de que se manifestara el anticristo ("el hombre de pecado"), no antes.  Y es que después de todo el mismo Cristo había orado para que el rapto, tal y como lo predica esta gente, no ocurriera:
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal (Juan 17:15)


2 comentarios:

  1. Los mitos pueden servir de aglutinante en las sociedades. También de medio de control.

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  2. ¡Hombre! Tratar de unificar las versiones más o menos deseosas de la segunda venida es poco menos que bambinesco. Otra cosa es mirar esas interpretaciones como una carga emocional, tratando de hacer una venida visualizable. Nadie sabe como será el evento sino por una señales que se imaginan más que se conforman con la realidad.

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