miércoles, 22 de mayo de 2013

Los Cristianos Anti LGBTT No Entendieron el Mensaje de Cristo

Cristo predicaba un mensaje claro y sencillo: amarás a tu prójimo como a ti mismo (Marcos 12:31).  La culminación de este mensaje fue su propia muerte a manos de judíos y romanos en una cruz.  Fue el cumplimiento de su palabra cuando dijo "No hay mayor amor que este: que uno dé la vida por sus amigos" (Juan 15:13).  Era el mensaje de un nuevo pacto entre Dios y los seres humanos dispuestos a seguirle, independientemente de su nacionalidad, raza, edad, creencia u orientación sexual.  Estos formarían su nuevo pueblo, su iglesia.  El pacto antiguo quedaba así abolido totalmente.  El contrato de Dios con el pueblo de Israel, detallado en el Antiguo Testamento (Deuteronomio 28:1-14), quedó roto con el sacrificio de Jesús.  Israel ya no era su pueblo (Deuteronomio 28: 15-68). Más aún, las leyes que Dios estableció con los israelitas quedaron totalmente abolidas.  Eliminadas.  Dejadas sin efecto alguno.  La salvación ahora no se conseguía por cumplir leyes sino por la fe en el sacrificio mayor de quien se llamaba así mismo el Hijo de Dios.


Qué cosa más sencilla!  Un mensaje de amor, donde se predica la salvación del espíritu.  No se regaña.  No se condena.  Se ama al que necesita amor.  Se le da comida al que tiene hambre.  Se le da ropa al que está desnudo.  Se perdona al que falla.  Cuando Cristo predicaba llenaba a la gente de esperanza porque tenía un mensaje de inclusión, no de exclusión.  No perdió su tiempo gritando por Israel que los homosexuales incurrían en prácticas reprochables.  No laceró la dignidad de las mujeres lesbianas.  No le gritó prostituta a la adúltera que le llevaron para matarla a pedradas. No hizo una marcha con los doce apóstoles con pancartas por Jerusalén criticando a los que no pensaban como él. Y mucho menos hizo tratos con la clase política para pedirle que emitiera leyes anti "pecadores" o a impedir leyes que protegieran a estos.  Esa habría sido la hipocresía suprema.


A los únicos a los que Jesús condenó enérgicamente, irónicamente, fue a los religiosos.  A los fariseos hipócritas de entonces, que como los fariseos hipócritas de ahora están prestos a condenar a todo el que no piense como ellos.  Gente llena de odio.  Víboras, les llamó Jesús.  Todavía están entre nosotros.  Se levantan y se acuestan con un mensaje de desprecio a los que no piensan como ellos.  Son los nuevos inquisidores.  Son las Wanda Rolón y los César Vázquez. Se meten al Capitolio para practicar la fornicación de Iglesia y Estado.  Le piden a legisladores que los ayuden a detener a la comunidad LGBTT como se detiene a una plaga bíblica.  Predican en sus púlpitos que Cristo trajo un nuevo pacto con su muerte, que abolió la ley y cuando les conviene citan las leyes del Viejo Testamento. Hipócritas!

Citan el libro de Levítico cuando dice "No te acostarás con un varón como lo haces con una mujer; es abominación" (Levítico 18:22), pero no citan cuando dice que una mujer en regla tenía que alejarse de los demás, y todo lo que tocare sería inmundo, incluyendo las sábanas sobre las que se acostare y las sillas sobre las que se sentare (Levítico 15:20); si una mujer paría un varón sería inmunda por siete días, pero si paría una hembra sería más inmunda, pues le duraría dos semanas (Levítico 12:2-5); si un hombre tenía relaciones sexuales con su esclava casada (la esclavitud era permitida!) se le daba un azote pero luego se le perdonaba. (Levítico 19:20); si un hombre violaba a una mujer virgen tenía que pagarle cincuenta monedas de plata al padre como castigo (Deuteronomio 22:28-29); si alguien violaba a una muchacha casada el violador y el esposo serían apredreados, además de la inocente muchacha por no gritar y dejarse violar (Deuteronomio 22:23-24).

Así hay muchas otras leyes que, aunque nos suenan ridículas, están en el libro que los levitas modernos citan cuando les conviene para sustentar sus agendas de odio. Citan leyes del pacto que Cristo abolió cuando murió en la cruz (Hebreos 9:15-18). Parecería como si no entendieran el Evangelio. Nunca he visto a esta gente marchar al Capitolio protestando por el hambre, por la pobreza, por la desigualdad social.  Qué cosa patética.  Cómo han perdido la ruta! Que suelten las pancartas y se vayan a la calle a predicar amor. Qué diría Cristo si viniera y los viera!  Se alejaría de ellos lleno de vergüenza ajena, y se iría a compartir su pan con los pobres y necesitados a predicarles un evangelio de amor, esperanza y salvación.

Edwin Vázquez de Jesús
Twitter @edwinvazquez



5 comentarios:

  1. Muy bien dicho, la hopocresia de estos llamados religiosos es una ridiculez.

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  2. Tuercen la biblia a su antojo.

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  3. La Biblia puede ser un arma. Lo mejor es que hablan de agenda gay cuando la agenda es de los que los azuzan y aprietan los botones de temas como la homosexualidad o el aborto. Temas muy queridos por los que tienen como lema que "tus valores cuentan".

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  4. ¡Que desperdicio de buena inteligencia!!!!
    Busquemos la causa primera. Se llame como se llame
    Lo demás es teoría unas tan buenas como otras.

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  5. Ama al pecador no a su pecado.

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