Viva la República de Vieques

Lolita y yo el 1 de mayo de 2003
frente al Campamento Santiago, en Vieques.

Hace diez años, en Vieques, abrimos los portones de la tierra prometida.  Entramos al Campamento Santiago corriendo y gritando de alegría unos, y llorando de emoción los otros.  Nos abrazamos conocidos y extra

ños y cantamos las canciones de la patria.  Era nuestro triunfo.  Recogimos pedazos de los alambres de púas que el extraño había colocado para mantener afuera a los dueños legítimos.  Esos alambres son nuestras medallas.

Algunos jóvenes cogieron mazos y tumbaron pedazos de la torre de vigilancia colocada en la entrada.  Estaba vieja y en desuso pero había que derribarla.  Era nuestro pequeño muro de Berlín.  Poco tiempo después, algunos de esos jóvenes serían condenados a prisión por ese simple acto.  En Berlín derribaron el enorme muro y los declararon héroes.  En Vieques tumbaron par de paredes y los declararon criminales.  Pero así se hace la historia.  La verdadera.  No la que enseñan en el Compendio de Historia de Puerto Rico, una afrenta nacional que se ofrece en los recintos de la Universidad de Puerto Rico. 

La lucha en Vieques continúa.  El gobierno de Estados Unidos dejó un verdadero vertedero y se niega a limpiar su propio excremento militar.  Los niveles de cáncer siguen superando los de la isla grande debido a muchos años de exposición a tóxicos, producto de los bombardeos y del uso por la Marina de uranio reducido en sus balas.   Los gobiernos de Puerto Rico, PNPs y populares, se han olvidado de la Isla Nena porque ya no les genera titulares.  Los viequenses ni siquiera tienen transportación adecuada desde y hacia la isla grande.  

Tito Kayak izando la bandera viequense.
Imagen de http://flagspot.net/images/p/pr_vq.jpg

A lo mejor hay otra salida para Vieques.  Quizás es hora de que se una al resto de las islas caribeñas que disfrutan de su independencia.  Al lado de Puerto Rico no parece tener futuro.  Imagínese el día que en Vieques bajen la bandera pecosa, y junto a ella la monoestrellada, para izar la de Vieques.  

¿Y por qué no?