“Distinguidos colegas, alumnos, amigos: renuncio porque no deja de agobiarme llegar a un lugar tan inmundo y despreciable.” Así comienza un artículo en El Nuevo Día del profesor Javier Ávila del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. El Dr. Ávila está cansado, agobiado, harto y aborrecido de lo que percibe como, esencialmente, una escoria: la Universidad de Puerto Rico. Frustrado como está ha levantado rayos estridentes, y los ha lanzado como un furioso Zeus desde el Olimpo con su actitud arrogante de “I’m better than thou”.
No se salva nadie en el escrito de Ávila. La directora de su departamento, profesores , estudiantes, el presidente de la UPR, el sistema completo educativo de Puerto Rico. Coincido con algunos de los puntos del colega. He sufrido algunas de sus frustraciones. He conocido a gente como algunos de los que describe. Donde se equivoca de plano es en su juicio generalizado. Donde se equivoca es en la poca fe, o ninguna, en nuestro sistema educativo. Donde se equivoca es en partir de sus propias frustraciones para prejuzgar a todos por igual. Y donde más se equivoca es en presumir que los que hemos compartido algunos de sus sentimientos terminaremos rindiéndonos como él.
No señor. Nosotros, los otros, a los que se refiere cuando escribe: “Porque la gente que sí trabaja y que sí es buena tiene que trabajar el doble y por eso siempre son ellos quienes están en todos los comités, en todas las actividades, en todas las reuniones …”, no nos vamos. No renunciamos. Nos quedamos a luchar porque no hemos perdido algo que usted Ávila ya no tiene: valor para seguir luchando. Le falta fuerza de carácter. Renuncia lanzando piedras al cielo.
Que se vaya. Él se describe como joven pero carga en el pecho un corazón viejo y cansado. Acá nos quedaremos luchando los que aún no perderemos lo que nos señala como seres vivos: el aliento. Escribe el profesor que “…preferiría limpiar excremento animal en un zoológico antes de tener que olerle el fétido aliento al frustrado colega machista a quien le denegaron una sabática en dos ocasiones…”
No sé si en el algún zoológico haya ese tipo de plazas disponibles. Pero si la consigue espero que recuerde lo que sucede “when shit hits the fan”. Y no creo que Avilés haya usado una sombrillia cuando escribió su artículo.
Edwin Vázquez de Jesús
UPR-Cayey
http://edwinvazquez.blogspot.com
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quien ese ese tipo?
ResponderBorrarMario:
ResponderBorrarGracias por la referencia y tu comentario. Siempre bienvenido. La referencia la tenía y por un descuido no la incluí al poner su nombre. Me parece que comenzó apuntando a unos individuos en particular fácilmente identificables, como la directora de su Departamento, de quien no sé nada ni si es cierto lo que le imputa, el colega a quien se le negó la sabática dos veces, fácilmente identificable y a quien prácticamente acusa de enfermo sexual (independientemente de si lo es o no, no sabemos), y unas generalizaciones que apuntan más allá de unos grupos particulares cuando dice que "la educación en Puerto Rico, todos ya lo sabemos, es una broma..."
Me parece una forma triste de quemar los puentes. En cuanto a enfermarse menos...creo que es muy tarde.
Manny:
Visita la referencia que provee Mario arriba. Es un poeta y novelista puertorriqueño.
Edwin, como me gusta meterme donde no me llaman, esta mañana hice lo propio, y esta tarde repito. ¿No querías mofongo? Pues toma… ¡una rama de plátano! Pa’que te jartes…
ResponderBorrarLo que sigue es mi metida de nariz donde no me importa de esta tarde, la de esta mañana fue el correo que escribí, y envié, tras leer tu catilinaria sobre el impeachment del doctor Ávila.
En la primera decía:
‘A tomar po'l culo! como dijo el rey David, hastiado, tirando el arpa. Doctor Ávila, hasta hoy no supe de su existencia y me enteré a través del blog de, ya, un ex compañero suyo de la Universidad, del cual me llamó tanto la atención su posicionamiento a la carta pública de renuncia de usted que no he resistido la tentación de leerla. Le felicito, independientemente de excelentemente escrita, es un bello gesto de integridad y dignidad personal.’
En la segunda metida de nariz, que es ésta, pues no sé muy bien que decir, pero me apetece decir algo. En primer lugar diré que cada cual se despide como le peta y supongo que, dada la judicialización de la sociedad puertorriqueña, el vate tendrá algo más que sospechas, suposiciones y datos rumorológicos, porque con una querella por injurias, difamación, calumnia, derecho al honor y la imagen… le pueden meter el cuerno por el culo y que le llegue al plexo cardíaco… y tonto no parece.
Por tu penúltima frase deduzco que en tu fuero interno piensas que lo políticamente correcto y lo inteligente hubiera sido “nadar y guardar la ropa”. En cuanto a que es tarde para enfermarse… parte de la premisa que los poetas siempre han sido un poco tuberculosillos… un poeta sin tisis, parece que es menos poeta. Coño.
Damianca:
ResponderBorrarA Ávila le pasó lo que al Quijote. Excepto que el primero leyó demasiadas tragedias griegas y se despidió quemando las naves tras de sí. La Universidad está mejor sin gente como él. Por lo menos le queda el consuelo de tu apoyo. Y sé que debes haber disfrutado tus dos epístolas a la saciedad.
¡Anda! ¿y porqué sale mi comentario como anónimo y sinembargo, tú das una contestación personalizada?
ResponderBorrar"Más vale honra sin barcos que barcos sin honra" exclamó un antepasado tuyo. La heroicidad del más chulo que el 8, que tiene la base redonda y se mantiene tieso.
Esta actitud el superviviente acomodaticio no es que se incapaz de tenerla, es incapaz de entenderla, entonces la desprecia... es algo así como lo de la zorra con mucha hambre de la fábula de Esopo, que al ver colgando de una parra unos deliciosos racimos de uvas, quiso atraparlos con su boca.
Mas no pudiendo alcanzarlos, se alejó diciéndose:
¡ Ni me agradan, están tan verdes... !
Damianca:
ResponderBorrarLo del anónimo no es una manipulación cibernética de mi parte. Creo que se debe a que transferí mi blog a lo que Blogger llama el Nuevo Blogger. Al hacerlo se descojonaron par de cosas.
Tambien soy profesor en la UPR, con frustraciones y quejas. Tambien fui profesor fuera de Puerto Rico y trabaje para la empresa privada fuera de Puerto Rico...En todas partes he tenido razones para frustrarme y quejarme, especialmente cuando mis colegas se han negado a reconocer de inmediato que tienen ante si a la mas genial creacion del Universo.
ResponderBorrarAvila es joven y ya tendra tiempo para aprender que la vida no es ningun mamey y que hay que seguir sembrando...