De pronto sonó el celular presidencial. "Condo, eres tú? ¿Cómo está mi negrita querida? Dame buenas noticias que estoy con la depre. ¿Cómo va todo en Irak? (Pausa) Carajo, pues nos aguantamos hasta las elecciones. ¿Afganistán? Malditos talibanes, creía que los habíamos eliminado. ¿Y cuáles son las posibilidades de que ganemos? ¿Qué? ¿Cómo? No, no Condorita, eso es inaceptable. ¡No me llames hasta que me tengas buenas noticias!"
Bush lanzó el celular con fuerza contra una pared. Milagrosamente no se rompió. Debía ser un modelo japonés. -¿Quiere interrumpir la sesión?'- le preguntó el siquiatra. Para entonces ya Bush había perdido todo control y creía que estaba en la oficina ovalada. comenzó a dar vueltas pensando en qué hacer. entonces llamó a Cheney. -"Dick, Dicky, me dice Condita que las cosas van de mal en peor en Irak y en Afganistán. ¿Qué podemos hacer? Porque estos demócratas nos están comiendo los dulces. Y la maldita Pelosi dándose viajecitos a Siria maldita sea. Dicky, dime algo, ¿qué podemos hacer? Necesitamos una victoria maldita sea. ¿Qué? ¿Irán? No, no, no me atrevo. A menos que mandemos a los israelíes a tirarles par de bombitas. Que no es mala idea. Déjame pensarlo. Oye Dick, y no existe algún sitio que podamos invadir pero donde la victoria esté garantizada? Alguna nacioncita sin mucho ejército, qué se yo. ¿Venezuela? ¿Estás loco? Chávez se ha armado hasta los dientes maldita sea. Ya perdimos a Bolivia y Ecuador le sigue. Ve te al diablo con tus ideas."-
Colgó y nuevamente lanzó el celular contra la pared. Esta vez le rompió la pantalla. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que ya no estaba en la Casa Blanca. Se pareciá al consultorio de su siquiatra. Sólo que el siquiatra ya no estaba.
Suena el celular pero ahora Bush no sabe quién es por la pantalla rota. -¿Papi? Papi nececito una victoria y no sé qué hacer. Nos jodimos en Irak, nos jodimos en Afganistán...¿Qué? OK, OK, yo los jodí papi, perdóname. Oye, estoy pensando que quizás Cuba, ahora que Fidel está casi muerto...¿Qué? ¿Cuándo?". Al otro lado de la línea papá Bush le explicaba a su vástago que Fidel se estaba recuperando y que incluso ya se había reunido con un oficial chino.
"- Sea la madre. Pero qué carajo comen esos cubanos maldita sea. Yo creía que estaba muerto, para todos los efectos. Ya tenía invitaciones para ir a la Calle Ocho a celebrar. -"
Frustrado Bush decidió que tenía que invadir algo que le asegurara la victoria. Recordó la invasión de la isla de Granada. El paseo por Panamá cuando Noriega. La invasión a Santo Domingo. A Haití. Nicaragua. Entonces se le prendió el bombillo. Latinoamérica siempre le había producido buenas invasiones a los Estados Unidos. Todavía estaba al teléfono con papito mientras le daba vuelta al globo terráqueo que recibió cuando era niño. Entonces vio un puntito en el Caribe. -"Papi, encontré una pais para invadir ...es chiquitito...se llama...Pu..er...." El grito no se hizo esperar desde el otro lado de la línea-"Ese es Puerto Rico so pendejo. Ya lo invadimos, hace más de un siglo!. Humillado siguió buscando y vio una isla aún más pequeña..."pero papi..hay otro sitio...se llama..Vi...Vie...-"Animal, ese es Vieques so mamalón"- De ahí nos sacaron los malagradecidos puertorriqueños. Mira Jorgito, en este momento a lo más que podemos aspirar es en invadir a Nueva Orleáns y sacar de allí a los negros que quedan. Y no me jodas más"-
Bush hijo se quedó lloroso con el teléfono en la mano. -Necesito a mi siquiatra-pensó.
Muy interesante. Casualmete el otro día comentaba sobre la
ResponderBorrarreencarnación de Castro en un artículo que se titula "El drama de los Jackson".
Aunque es una versión mucho más ligera. Tu artículo esta muy bien. Saludos.
Gracias Serio. Gracias Pérez.
ResponderBorrarJajajJJajajajaja....
ResponderBorrarMe he reído que no tienes idea...
TREMENDO...
ay Edwin, por este tipo de cosas es que visito tu blog a seguido:)
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