Recuerdo mi primer curso de historia de Puerto Rico. Fue en la escuela superior, casi doce años después de haber entrado a la escuela y a punto de graduarme para ir a la universidad. Fue un curso de un semestre. El semestre siguiente me obligaron a tomar historia de Estados Unidos.
El curso que tomé fue uno disectado de todo evento crucial para la formación de la nacionalidad puertorriqueña. Nos hablaron de los taínos, los negros, los españoles y la supuesta mezcla de las tres razas que culminarían en un ser superior llamado puertorriqueño. Porque si algo estaba claro en esos cursos es que los boricuas éramos el ombligo del mundo. Y que nuestra historia terminaba en 1898. Ahí terminaba el curso. Así fue en la escuela superior y en el curso requerido de un semestre de historia de Puerto Rico durante mi bachillerato que exige la Universidad de Puerto Rico (por supuesto con un semestre de historia de Esados Unidos). Aún hoy día ese es el caso en el primer centro docente del país. Un bochorno nacional.
Lo otro que nos enseñaron es que los puertorriqueños éramos incapaces de gobernarnos a nosotros mismos. Esta no era una aseveración implícita; era una oración declarativa emitida por el maestro de turno. La idea era que los Estados Unidos nos hacía un favor al gobernarnos porque nosotros, neandertales caribeños, no podríamos jamás.
Nos repetían a saciedad que los puertorriqueños nos distinguíamos por ser hospitalarios y pacíficos. No creíamos en la guerra ni en tomar armas por ninguna razón. Eso nos dijeron. Era algo como metido en nuestros genes, una incapacidad biológica para tomar las armas en contra de los opresores. Eso nos enseñaron.
Nos dijeron que algo terrible había pasado en Cuba y que Puerto Rico estaba en peligro de sufrir el mismo destino. A mí me decía un maestro en el curso de Estudios Sociales que los cubanos se estaban muriendo de hambre, que no tenían jabón para bañarse y que Fidel Castro era un ser atroz. Me lo dijeron verbatim.
A mí me dijeron que evitara enseñar la bandera puertorriqueña porque eso era cosa de independentistas, que era lo mismo que comunistas que destruirían nuestro país. Y los comunistas no estaban muy lejos del infierno. Eran terroristas esos que enseñaban la bandera de Puerto Rico. Los maestros querían convertir así a nuestra bandera en un símbolo terrorista.
Nos dijeron que no teníamos recursos naturales de ningún tipo por lo que la independencia del país sería un disparate. ¿De qué viviríamos? Seguramente nos moriríamos de hambre.
La invasión a tiro limpio de los estadounidenses a nuestra nación, que ya ostentaba el carácter de país autónomo, sería ocultada bajo el eufemismo de "cambio de soberanía". Nos ocultaron que el Senado de Puerto Rico rechazó la ciudadanía "americana" en el 1917. No nos dijeron que bajo la bandera estadounidense Puerto Rico fue descrito a nivel mundial como el "arrabal del Caribe" ("the poorhouse of the Caribbean"). Nos ocultaron que bajo ellos el promedio de vida no llegaba a los 50 años.
Jamás nos hablaron de Pedro Albizu Campos y la revolución armada del Partido Nacionalista contra los estadounidenses. Si hablaban del ataque a la Casa Blair lo hacían como cuando se habla de terroristas atacando al Vaticano. Nada de los años 1930s y Don Pedro. Silencio total por ese frente de guerra. Los 1940's nacarile.
No nos dijeron que aquí se declaró al inglés idioma oficial en el 1902. No supimos nada de una Ley de la Mordaza. Nada de Cornelius P. Rhoads, de la Masacre de Ponce, del Grito de Jayuya, del asesinato en prisión de Don Pedro con agentes radioactivos.
Nos dijeron que algo maravilloso ocurrió en 1952, cuando nació el Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Con un brochazo borraron 50 años de historia.
Esto significó que más de una generación de puertorriqueños se crió sin tener una idea sobre la historia de Puerto Rico desde el 1898 hasta el 1952, año donde se establece el actual estatus colonial.
Por supuesto los cincuenta y pico de años restantes sufrieron un lavado de cara mientras todo el movimiento independentista era severamente reprimido. Pero eso tampoco nos lo dijeron.
Los que conocemos poco o mucho de la historia de Puerto Rico del siglo XX lo hemos hecho por decisión propia. El Departamento de Educación de Puerto Rico ha sido el mejor cómplice de los gobiernos para suprimir nuestra realidad histórica. Libros hay, pero la mayoría de los puertorriqueños no los conocen.
He ahí la mayor falla de los grupos independentistas del país. Es un error común. Uno se satura de un conocimiento y cree que todo el mundo ve lo que para nosotros es obvio. No consideramos que el velo que se la ha puesto a nuestro pueblo es tan grueso que no bastan frases eleccionarias para romperlo.
Ahí está el gran fracaso del Partido Independentista Puertorriqueño y de todos los grupos independentistas que aspiran a que Puerto Rico sea una nación soberana. No es yendo una y otra vez a los concursos electorales que la gente apoyará la independencia. Es a través de la educación que se logrará esto. Enseñar historia, nuestra historia, rescatar estos pasados 50 años más los 50 adicionales, un siglo de historia perdida, es la única forma en que se logrará.
Hay sólo tres formas de lograr la independencia de Puerto Rico: educación, educación y educación.
Edwin Vázquez de Jesús
Edwin:
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo. Yo recuerdo un maestro de inglés en la elemental (curioso, pero tenía el inglés más goleta que he oido jamás), eterno candidato del PNP a la alcaldía del pueblo sin haberla alcanzado jamás, que tenía un mapa del mundo de pared completa en su salón y todos los días nos señalaba el minúsculo punto que era Puerto Rico y nos pedía que lo comparáramos con Estados Unidos. Por suerte, alguien escribió en una pared cerca de mi casa la frase "estadidad es vender la patria" y yo le pregunté a mi padre, quien es popular de los que con un empujoncito se vienen a la independencia, qué significaba eso y él en su sencillez me lo explicó de una manera que, sin saberlo, plantó la semilla independentista en mí. En fin, que no puedo estar más de acuerdo en que tenemos que educar, educar, educar, como hago yo con mis hijos, mis sobrinos y los hijos de mis amigos, y como estoy seguro que haces tú con tu hija y con las amigas de tus hijas y con tus estudiantes.
Pa´lante.
Totalmente de acuerdo. Nuestra gente, en especial nuestros niños y jóvenes merecen conocer su historia.
ResponderBorrarPersonalmente, más allá de cualquier consideración política, estoy harta del cliché de 'la mezcla de tres razas', los himnos endulzados, la mansedumbre con que nos han descrito por décadas, la dejadez, indiferencia y falta de estima propia como pueblo que nos hemos dejado sembrar en el alma.
Debemos considerar seriamente iniciar algún tipo de acción dirigida a trabajar para que se revise completamente el currículo y el contenido de TODOS los textos de historia del Departamento de Educación.
Mientras tanto, los que podamos, debemos utilizar medios como estos diarios cibernéticos para difundir el resto de nuestra historia; la oculta, la borrada, la que hace la diferencia entre ser un pueblo manso y conformista o ser un pueblo que se crea capaz de tomar su destino en sus manos.
Gracias, Edwin.
Isabel
hoymedespertedearena.blogspot.com
Coincido contigo en todo lo escrito. Educación es lo que hace falta. Eso es medular para la búsqueda de una formula descolonizadora, pero que a su vez vaya a la par de propuestas reales y alcanzables para el desarrollo de una economía sustentable y digna.
ResponderBorrarMe has hecho el día con tu post. Por supuesto estoy de acuerdo con todo lo que dices y eso me da más ánimo para seguir publicando sobre nuestra historia. Como hace Isabel en su blog. Es nuestro modo de educar, educar, educar en forma agradable..espero.
ResponderBorrarMuy pero que muy bueno. Claro y detallado. Ojalá a nuestros hijos les hablaran así sus maestros de historia. Mientras tanto, nuestros hijos seguirán teniendo problemas con ellos cuando los contradigan en sus clases. Recuerdo el regaño que le dieron a mi hija (estaba en tercer grado) porque le había dicho a la maestra que la que ella enseñaba no era la letra del himno de Puerto Rico.
ResponderBorrarDe acuerdo con todo lo que has dicho.
Cizañero:
ResponderBorrarHay que sembrar cizaña histórica. Me encanta tu relato del mensaje en una pared. Cada uno de nosotros ha tenido su encuentro con la realidad, a veces coincidentalemte como en tu caso, y en otras ocasiones porque nacieron en hogares descolonizados en el alma. Todos nos caímos de un caballo en algún momento, como Saulo, el de Tarso.
I. Caballer:
Hablando de revelaciones y caídas de caballo, me apunto inmediatamente en la iniciativa. De hecho, comenzaré en la UPR, la universidad del estado, para que revise esa política de bochornosa de un cursito de un semestre.
Formemos un grupo para poner presión al DEPR. Ya me apunté. Y como dices sin consideraciones políticas. La historia es la historia. Mantengámonos en comunicación sobre tu idea.
C:
Lo que propones debe ser parte imprescindible de la educación. Para que la gente sepa que no se morirá de hambre, como le han dicho.
Ivonne:
Ese escrito fue inspirado por el artículo sobre tu libro La Ley de la Mordaza que escribió Francisco Ortiz Santini. Algo me hizo click.
Ya puse el debido enlace. De hecho me faltan otros enlaces pero lo escribí algo apresurado anoche. He estado editándolo hoy.
La educación es la gran muralla Ivonne. Y tu blog y el de Isabel, entre otros, son enormes ladrillos.
Siluz:
Me pregunto quién habrá sido la subversiva que le enseño a su hija la letra verdadera de nuestro himno nacional... ;). Me imagino a tu niña levantando la mano para corregir a la maestra y me emociono.
Gracias a todos por sus comentarios. Para mí es un orgullo que personas como ustedes comenten aquí.
Corrección:
ResponderBorrarEl título correcto del libro de Ivonne Acosta Lespier es La Mordaza: Puerto Rico 1948-1957 y recientemente salió publicada su 5ta edción.
precisamente en esto me hizo pensar el escrito mas reciente de Prometeo. Es la verdad, yo estoy en tercer anho de universidad y no se nada de todo lo que has descrito. TENGO que ponerme a leer estas vacaciones...
ResponderBorrarLes sugiero el libro "Puerto Rico in the American Century" por Cesar Ayala y Rafael Bernabe es el mejor libro escrito de la historia puertorriqueña despues de la invasion por el segundo piso. No creo que exista un version en español.
ResponderBorrarPerla negra...foto encantador. Me encantaria formar por internet un groupo de estudio contigo, tu sabes ....solo por estudiar la patria y la historia.(guiño)
Voy a ver si le pregunto a Giusti, como historiador puede concoer sobre alg{un libro que cuente sobre la historia real de Puerto Rico. Buen post, como siempre!
ResponderBorrarMe encanta!!! Lamentablemente tratan de ocultarnos nuestra historia, me alegra saber que existen personas que no se conforman con lo que a una sociedad o el gobierno ha decidido que debemos saber. GRACIAS!!
ResponderBorrardon juan:
ResponderBorrargarcias por la recomendación sobre el libro, vere que hago para conseguirlo.
pero creo que lo de los esudios no va a ser posible.