Los medios no llegan a un cuarto en Puerto Rico

Los medios noticiosos tradicionales en Puerto Rico se han quedado atrapados en un paradigma del siglo pasado donde su función no sólo era informar sino entretener.  Su función nunca fue educar. No lo hacían, no lo hacen, y no creo que lo hagan en un futuro cercano.  

Desde que salieron las ediciones digitales de los principales medios noticiosos, tales como el El Nuevo Día, Primera Hora y El Vocero, establecí una rutina mañanera que iba algo así:  tasa de café prieto y puya en mano, leía las principales noticias de esos periódicos en el orden mencionado.  Luego pasaba al New York Times y, si me daba tiempo, a otros como Los Angeles Times, CNN y The Washington Post.

Luego expandí mi campo de lectura, especialmente los domingos, a periódicos como El País (de España), Granma (Cuba), Listín Diario (República Dominicana) y hasta Al Jazeera, entre otros.  

Cada vez que leo El País me entra una envidia mala.  Ese es el tipo de periódico que Puerto Rico debería tener.  No el "shopper" glorificado (en su edición impresa) que es El Nuevo Día o la serpentina presentación en formato flash de noticias que, cuando tratas de pulsarlas, han cambiado a otra (especialmente en la edición digital de El Nuevo Día).  Primera Hora ha ido más lejos al poner anuncios  animados en medio de la noticia de primera plana.  En estos días han tenido a Elvis Crespo, y alguna comentarista dijo que no se atrevía acceder el lugar por temor a quedar embarazada.   

Resalto El País porque, por ejemplo, en la edición de hoy hay una excelente entrevista con André Lugovói, a quien los servicios secretos británicos acusan de ser el responsable de la muerte por envenamiento radioactivo de Alexandr Litvinenko.   Hay un artículo interesantísimo sobre el hijo del llamado Doctor Muerte, que asesinó a miles de judíos, y otro sobre el hambre infantil en América Latina, entre otros.

Compare eso con la noticia de primera plana de El Nuevo Día, que se autoproclama como "un gran periódico", sobre la "tragedia" que representa que tres mujeres no pueden acogerse al descuento del Departamento de Hacienda por $25,000 para comprar casas de $300,000 en Dorado.  Sé que ese es un asunto de interés para algún sector de la población, pero asunto nacional no es.  

El país se nos viene encima y esa no puede ser la primera plana de una edición dominical.  Son contados los artículos que se escriben para educar al pueblo, dado que en la prensa abundan los reporteros pero escasean los periodistas.  El reportero reporta, el periodista investiga y educa.  En ese sentido el quinto poder está debilitado y ha abierto espacios que ocupan otros organismos mediáticos.

He ahí donde la blogosfera boricua está llenando ese vacío.  Como prueba, con mi tasa de café por las mañanas cotejo ahora El Nuevo Día y luego paso a Google Reader, donde se condensan mis subscripciones a los blogs y cotejo quién ha publicado algo que me interese.  Luego The New York Times y si me da tiempo El Vocero.   

La blogosfera boricua está madurando y ha crecido a tal punto que puede encontrar un blog sobre casi cualquier tema.  Existen blogs sobre la Policía de Puerto Rico,  historia, más historia,  leyes, prensa, humor boricua, y muchísimos otros.  Cabe destacar que muchos de los artículos que encontrará en ellos están mucho mejor escritos que los que leerá en El Nuevo Día, no sólo en su contenido sino en su gramática.  El Nuevo Día publicaba recientemente sobre los "nombramientos culturales" que hará el gobernador electo para referirse a nombramientos a puestos directivos relacionados con la cultura.  El disparate del adjetivo es obvio.  Nombramientos culturales hice yo cuando nombré a un perro Diego y a su hermana Frida.  

Digo, no presumo de lingüista ni mucho menos.  Cometo muchos errores.  Pero si algo debe hacer un periódico nacional es mantener un mínimo de excelencia en el manejo del idioma.  Hay niños leyendo, por favor.  

El futuro mediático de Puerto Rico no es halagador. Ni siquiera he entrado en el tema de los noticieros televisivos, donde la primera plana la determina el video más escandaloso ("matan joven en tal lugar").  

Por suerte existe una alternativa que madura, se mejora y extiende por todo el espacio cibernético boricua: los blogs.  Y las líneas editoriales de los blogueros no responden a intereses económicos ni partidistas, como es el bochornoso caso de eso que llaman prensa puertorriqueña.