Es hora de acabar con la arcaica ley de cierre por una sola razón: nació de la religión. Esta ley permite abrir los domingos de 11:00 am a 5:00 pm porque fue concebida para que la gente tuviera tiempo de ir a la iglesia (i.e. Católica) sin la tentación de vaciar sus carteras desde las 7:00 am en algún centro comercial.
Por supuesto se le añadió el que los negocios familiares estaban exentos de tal ley para así poder competir con las grandes cadenas extranjeras. La idea es que si nos daba una ataque consumerista un domingo a las 7:00 am, entre la salivación y las babas corriendo por nuestros belfos, al estar todo cerrrado menos las mencionadas tienditas, allí descargaríamos nuestra furia capitalista y compraríamos a tutiplén hasta el punto de que los dueños del negocio podrían sobrevivir.
A nadie se le ocurrió pedirle a los dueños de la tiendita que la limpiaran. Que sacaran el bacalao del área del mostrador. Que las moscas pululando por el área no eran atractivas. Sí porque si he visto dos negocitos de esos dignos de ser visitados en términos de higiene, son mucho.
No sé sobre las competencias mercantiles de esta gente, pero si yo tuviera uno de esos pequeños negocios a los que la Ley de Cierre les ha concedido un monopolio los domingos hasta las 11:00 am lo haría competitivo. Vendería recao de huertos caseros, albahaca fresca, ajíes dulces, culantro y cilantro, plátanos dignos de ser parte de un mofongo, viandas del campo de las buenas. No los flejes vegetales que he visto por estos lares.
La realidad es otra. Esos negocios venden enlatados de los grandes almacenes que abrirán a las 11:00. Todos venden la misma cosa. Los compran en grandes cantidades en Sam´s Food Club o en Costco a precios mayores, por supuesto, que el de las grandes cadenas.
Por si acaso yo estoy dispuesto a pagar más en estos pequeños negocios sólo, y solamente, si me venden productos de calidad, aún a precios mayores. Pero no me voy a levantar temprano un domingo o día feriado a comprar las mismas porquerías que me costarán mucho más barato a las 11:00 en una gran cadena.
La solución aquí es sencilla. Abolir la ley de cierre y poner a competir a los pequeños comerciantes contra las grandes cadenas con el arma que éstas no tienen: buen servicio, personalizado y cerca de casa.
Yo me apunto. Yo los patrocinaré.
Por supuesto se le añadió el que los negocios familiares estaban exentos de tal ley para así poder competir con las grandes cadenas extranjeras. La idea es que si nos daba una ataque consumerista un domingo a las 7:00 am, entre la salivación y las babas corriendo por nuestros belfos, al estar todo cerrrado menos las mencionadas tienditas, allí descargaríamos nuestra furia capitalista y compraríamos a tutiplén hasta el punto de que los dueños del negocio podrían sobrevivir.
A nadie se le ocurrió pedirle a los dueños de la tiendita que la limpiaran. Que sacaran el bacalao del área del mostrador. Que las moscas pululando por el área no eran atractivas. Sí porque si he visto dos negocitos de esos dignos de ser visitados en términos de higiene, son mucho.
No sé sobre las competencias mercantiles de esta gente, pero si yo tuviera uno de esos pequeños negocios a los que la Ley de Cierre les ha concedido un monopolio los domingos hasta las 11:00 am lo haría competitivo. Vendería recao de huertos caseros, albahaca fresca, ajíes dulces, culantro y cilantro, plátanos dignos de ser parte de un mofongo, viandas del campo de las buenas. No los flejes vegetales que he visto por estos lares.
La realidad es otra. Esos negocios venden enlatados de los grandes almacenes que abrirán a las 11:00. Todos venden la misma cosa. Los compran en grandes cantidades en Sam´s Food Club o en Costco a precios mayores, por supuesto, que el de las grandes cadenas.
Por si acaso yo estoy dispuesto a pagar más en estos pequeños negocios sólo, y solamente, si me venden productos de calidad, aún a precios mayores. Pero no me voy a levantar temprano un domingo o día feriado a comprar las mismas porquerías que me costarán mucho más barato a las 11:00 en una gran cadena.
La solución aquí es sencilla. Abolir la ley de cierre y poner a competir a los pequeños comerciantes contra las grandes cadenas con el arma que éstas no tienen: buen servicio, personalizado y cerca de casa.
Yo me apunto. Yo los patrocinaré.
Lo mismo le comentaba yo a mi esposo sobre la diferencia en precio y por supuesto la apariencia del lugar. El otro día fui a un colmadito cerca de donde vivo y cuando vi el precio de la salsa de tomate sali corriendo. Estaba a .55 centavos, cuando en el super está como cara a .27 centavos. Ni loca lo compro ahi.
ResponderBorrarO sea...un miserable pote de pseudo salsa de tomate a más de medio dólar. A el tipo le costó unos 25 centavos por lo que su ganancia será un 100% más el IVU que NUNCA reportará.
ResponderBorrarJessica...tienes que preparar tu propia salsa de tomate..a partir de tomates o de pasta de tomate (más barato). Sabrá mucho mejor y a la larga será más barato.
Edwin:
ResponderBorrarTrabajo de lunes a viernes. Para salir de compras tengo que llevar todas mis cosas del trabajo a casa ya que viajo en guaguas. Lo que me deja parte de la tarde y la noche para hacer compras con una transportación pública que se vuelve más ineficiente después de las 6:00 p.m.
Así, mis días para hacer compras se limitan a sábados y domingos... Y para colmo de males, si decido lavar ropa el domingo, y no tengo detergente, debo esperar a las 12:00, para ir a la tienda y luego lavar tarde en la tarde o de noche ese domingo...
Una vez fui de vacaciones a New York. Allí las lavanderías funcionaban las 24 horas y no sabes lo cómodo que era amanecerse para lavar ropa, antes de ir a pasear o visitar los sitios que tenía planificado... Puerto Rico se detiene a las 6:00 p.m. de lunes a viernes hasta el otro día a las 6:00 a.m., o sea, 12:00 jodías horas sin poder hacer nada en la calle... Y para colmo de colmos, el domingo lo pican a la mitad...
No quiero decir que la única actividad que uno tiene es ir de compras sino que toda actividad está relacionada con el consumo, como el almuerzo diario, ¿cómo comemos si antes no compramos...? Al limitar nuestras horas de compra, también se limitan las otras actividades de la semana...
Elco Lao
Elco:
ResponderBorrarEsta ley es una soberna idiotez. Aparte de esto si necesitas un artículo de ferretería para ese arreglo que dejaste para el domingo, o si se te daño el inodoro tempranito en la mañana no hay pequeño negocio que te pueda ayudar, a menos que resuelvas el problema con bollos de pan.
Si vamos a ser capitalistas y consumeristas, vamos a serlo hasta "home". Que permitan a las tiendas abrir los 7 días de la semana las 24 horas del día los 365.4 días del año.
ResponderBorrarNuevamente hemos vuelto a coincidir. Desde concebida la ley fue un absurdo engendro católico. De acuerdo 100%.
ResponderBorrarEdwin:
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo. Yo quisiera patrocinar al "comercio local", pero el "comercio local" cierra los sábados a mediodía y todo el domingo. Además, no se ha dado, que se sepa, una avalancha de gente en las iglesias, ni causa de esta ley ni por ninguna otra. Como dice Ramón: "Si vamos a ser consumeristas y capitalistas, vamos a serlo hasta home". Palabras con luz.
Mi punto de vista es un poco diferente. No hay nada más rico que levantarse un domingo y salir y ver en esa mañana la carretera libres de bullicios, de autos, de ese sentido de rush característico de los días de semana, se respira como una especie de paz.
ResponderBorrarA mí las iglesias me lo mascan, pero nada como tener un dái de paz a la semana. Por mí que abran solo los chinchorros, los colmaditos, las barritas, los kiosquitos. Que cierre el domingo TODO el día.
Si no quieres pagar .55 por un pote de salsa un domingo, pues lo compras el lunes. Si lo necesitas para ya, pues paga los malditos $0.55 por el pote, debiste haberlo tenido antes.
En verdad es una delicia salir ese domingo en la mañana, aunque con el pesar que tanta paz y tranquilidad se acabará a las 11:00 am dónde la ola de autos, gente, ruido y bullicio violará desgarradoramente la paz y armonía de un domingo en la mañana.
Letras, buen punto, pero me obligaría a guardar el domingo aún sin querer. Pero suena bien...cero tapones ese dia.
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