Razón tienen. Especialmente en los Estados Unidos y Puerto Rico. En los últimos 30 años los niveles de obesidad en ambas naciones se han disparado a proporciones epidémicas. Y no me refiero a mujeres llenitas. Con uno que otro chicho. Hablo de mujeres (y claro hombres) sobrepeso y obesas. El caso es tan serio que las compañias de ropa han comenzado a redefinir las tallas para asignarle números menores a las tallas grandes. O sea, para algunas marcas de ropa la talla 10 en realidad equivale a la anterior talla 14. Así se engaña a la mente y a seguir comiendo Big Macs agrandados.
El tema trae cola y no se puede tratar en un sólo escrito. Así que este será parte de una serie donde discutiré sin tapujos diversos aspectos sobre la biología de la gordura. El problema principal del peso y la obesidad es la ignorancia y las falacias. Existen pocos temas tan saturados de medias verdades, mentiras y supersticiones. He aquí algunas de las principales:
Tienes que desayunar aunque no tengas hambre para estimular tu metabolismo
Falso. Metabolismo se refiere al conjunto de reacciones químicas que ocurren en el cuerpo. Si estamos vivos siempre estamos metabolizando. Si no tienes hambre el cuerpo te está diciendo que tienes suficientes reservas de calorías como para sobrevivir. Si estás gorda no te preocupes por estimular tu metabolismo con tres huevos fritos con tocinetas. Deja que el cuerpo use las reservas de manteca que tienes acumuladas en el trasero. La sustancia que estimula el metabolismo se llama tiroxina. Es una hormona que produce nuestra glándula tiroides. Así que recuerda: el metabolismo es estimulado por la tiroxina y no por la tocineta.
Tienes que dejar las carnes rojas
No necesariamente. Aunque el consumo desmedido de carnes rojas puede estar asociado a ciertas enfermedades, no necesariamente está atado a la gordura. Lo que ha hecho esta falacia es hacer creer a la gente que no debe comer carnes rojas pero puede “jartarse” de toda la carne blanca que quiera. O sea, no va a las lechoneras de Guavate a comerse un pedazo de lechón asado pero se espeta las tres presas mantecosas de pollo de Kentucky Fried Chicken. Deberías leer algo sobre "La Paradoja Francesa".
Aléjate de la mantequilla, consume margarina
He escrito sobre esta falacia no sólo dañina sino trágica para nuestros paladares. El sabor de la mantequilla jamás se puede comparar con el del aceite vegetal parcialmente hidrogenado conocido como margarina. Por algo se dice que la mantequilla es el ingrediente secreto de la cocina francesa.
No consumas azúcar. Usa Splenda o algo parecido
Falacia maldita esta. No consumes azúcar con tu café. Te pasas con los ridículos sobres amarillos de edulcorante artificial en tu bolsillo para echárselos al café, aunque sepan a diablo. Admite que, por lo menos, no saben igual que una o dos buenas cucharadas de azúcar de caña. Lo que no sabes es que estás consumiendo azúcar por un tubo y siete llaves durante el día. Le llamamos “azúcar escondida”. La usan en los alimentos procesados y es puro veneno para tu cuerpo. La forma más común de este azúcar es algo llamado “High Fructose Corn Syrup”. Dale. Lee las etiquetas de las galletitas que tanto te gustan. Cosa ridícula esta. Sufrir un café mal endulzado para meterse libras de azúcar por otro lado. Lee sobre los peligros de Splenda y otros edulcorates aquí.
Si no haces dieta jamás rebajarás
Aquí es que la cosa se pone buena. Si por dieta te refieres a las ridículas dietas de Jenny Craig, la “South Beach Diet” o el último invento para sacarle dinero a tu gordura, te tengo buenas noticias. Hay una manera mejor de perder peso. Es sencilla. Es antigua. Es efectiva. Se llama controlar la ingesta calórica y aumentar el metabolismo. Puesto en palabras sencillas, cierra el pico y haz ejercicios. ¿Por qué crees que TODAS las dietas dicen que son efectivas sólo si son acompañadas de ejercicio y consumo moderado de alimentos? Verás que rebajar es fácil aunque lento y a veces difícil si no tienes disciplina.
Aquí lo importante es limpiar este tema de toda la basura mediática y comercial que ha convertido el simple placer de comer en una supuesta ciencia. Existen múltiples falacias más. Vamos a discutirlas en escritos posteriores. Lee los artículos recomendados al final de este escrito.
Por ahora, te invito a que hagas algo revolucionario. Cocina. No me refiero a que calientes algún alimento procesado que trajiste del supermercado. No es que metas en el microondas alguna hamburguesa de pollo. Coge algo sacado de la tierra y cocínalo. Coge una papa, pélala, pícala y échala a cocinar. Mézclala con un poco de aceite de oliva extra virgen, échale un ajo bien molido con un poco de sal y disfruta de la vida.
Verás que el título de este escrito no tiene por qué ser cierto. En realidad debería decir "Estás Gorda Pero No Tienes Por Qué Estarlo". Y no olvides tu copita de vino tinto de vez en cuando. Vive la vida.
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Hay muchos mitos sobre la obesidad. Otro de ellos es que no eres saludable si estas sobrepeso. Lo cual no es cierto, ya que si eres activo contrarestas los supuestos riesgos de la obesidad. Inclusive, si eres flaco e inactivo, estas propenso a los mismos riesgos de salud que una persona obesa inactiva.
ResponderBorrarhttp://www.obesitymyths.com/
Llenita:
ResponderBorrarMuy cierto. No debo perder de perspectiva lo que señalas cuando vuelva a escribir sobre el tema.
Gracias.