miércoles, 7 de febrero de 2007

Gerencia Biológica 101

Tras varios años de análisis exhaustivos sobre las dinámicas del comportamiento poblacional de los seres humanos en organizaciones con fines en común, he logrado identificar los componentes principales de ese ecosistema llamado organización. Lo que aquí discuto aplica a cualquier organización humana, sea académica, social, religiosa, cívica u otra.

He clasificado a los grupos poblacionales en varias categorías según su comportamiento principal. Éstas son:

1. Los catalizadores

Estos son los individuos que por su experiencia, personalidad y compromiso aceleran el logro de los objetivos propuestos. Son líderes en su campo. Tienen una visión clara de los objetivos y metas de la organización. Demuestran una visión periferal y panorámica del entorno ecológico organizacional. Detectan con facilidad qué funciona y qué no. Son pocos en número pero a veces con uno solo basta. De hecho, demasiados catalizadores en una sola organización podría ser detrimental a menos que estén todos claros en cuáles son los objetivos y las metas. Si lo están hay un gran potencial de triunfo para la organización. Si no, cada cual puede terminar “jalando pa su lao'”.

2. Los productores

Esta es gente que está en la organización con la clara encomienda de trabajar por el bien común. Típicamente se sienten satisfechos con su trabajo y lo hacen lo mejor que pueden. Siguen las reglas e instrucciones pero dejan saber cuando entienden que algo está mal. Llegan a tiempo a sus trabajos. Su motivo principal es el bienestar común.

3. Los consumidores

Son los recipientes de los frutos de los productores. Los hay de varios tipos. Unos consumen el material y lo metabolizan para que otros a su vez puedan consumirlo (consumidores secundarios) y se beneficien todos del producto, y hay otros que consumen y no hacen nada con el material. Los últimos detienen el flujo de energía a través de la organización porque sólo les interesa consumir para ellos. Son ingratos por naturaleza y egoístas por elección.

4. Los descomponedores

Su único propósito es serrucharle el palo a la organización. Actúan con malicia e impunidad. Con tan sólo hablar pueden deshacer lo que tomó muchos meses construir. Algunos se esconden en el anonimato para realizar sus actos. Su función es destruir.

5. Los parásitos

Estos organismos habitan dentro de la organización con el único propósito de derivar beneficios propios, por lo general a expensas de los demás. Tienden a ocultar sus verdaderos motivos para ser más efectivos en su labor parasítica. Tienden a pegarse a los productores para chuparles directamente el fruto de la labor de éstos y, si posible, recibir el crédito. Los parásitos debilitan a las organizaciones porque drenan sus recursos. Deben ser expurgados inmediatemente sean identificados.

6. Los inhibidores

Los inhibidores están ubicados en puestos que les da el poder de detener cualquier reacción de la organización. Con frecuencia son puestos que a simple vista parecerían de poco poder pero cuya función se entrelaza en la compleja red ecológica de la toma de decisiones. Frecuentemente están ubicados en puestos clericales y administrativos. Pueden, con sólo no hacer nada, detener la compra de materiales, el pago de salarios, y cualquier otra gestión imprescindible para los logros de los objetivos organizacionales.

7. Los jodedores

No sólo no creen en las metas de la organización sino que hacen todo lo posible por joder la pita. Para ellos nada está bien. Los que trabajan lo hacen mal. Los que tienen ideas piensan mal. Dejan saber claramente que están en desacuerdo con los demás. Mientras puedan sabotearán a la organización allegándose adeptos para que jodan como ellos. No trabajan y no dejan trabajar. Ni comen ni dejan comer. Derivan un placer primitivo y puro del acto sencillo de fastidiarle el alma a los demás. Una vez los identifique manténgalos alejados como si fueran una plaga. No les dé información sobre sus planes de trabajo. Todo lo que usted diga podrá y será utilizado en su contra por algún jodedor.


Aquí termina la primera lección de Gerencia Biológica 101.

Por Edwin Vázquez de Jesús
http://edwinvazquez.blogspot.com

3 comentarios:

  1. Anónimo7:28 p. m.

    Diache, no pensé jamás que hubiera otra persona con esta misma idea. Cuando yo estaba cogiendo CIBI (que la odié a muerte) en la Uni, me puse a pensar que tenía que haber alguna forma de hacer la biología más atractiva para nosotr@s l@s que nos interesaba más lo que hacían los seres humanos que lo que estaba pasando dentro de ell@s. Y mientras estudiaba para uno de mis exámenes le dije a mi compañera de estudio (que se concentraba en Biología y me estaba haciendo el favor de explicarme el jodio ciclo de Golgi) que me iba a inventar un libro que se llamara Biología para Políticos y era, precisamente, comparar los órganos y las funciones biológicas al sistema político. Me parecía más interesante. Sé que no es exactamente esto que haz hecho, pero tu precisión y observación se merecen un capítulo completo en ese libro jajaja. Sigue adelante!

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  2. Jaja, mala mía, no había visto que eres profesor de Biología. Pero mejor, así el libro tiene más credibilidad por que si lo escribe un científico político pues como que no lo tomarían en serio!

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  3. Raúl José:

    Gracias por tu comentario. Y entiendo tu frustración con CiBi (Ciencias Biológicas para los demás que nos leen). Hasta sé por qué la odias... De hecho, he desarrollado un curso de CiBi con laboratorio integrado.

    pd. Es el jodío ciclo de Krebs, no de Golgi. El último tenía un maldito aparato...

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