
Hace varios martes cuando salió lo último de Calle 13 compré el disco. Los conocía desde su disco homónimo. De hecho el sábado anterior almorzaba con colegas universitarios y entre conversaciones sobre la naturaleza del ADN y la manipulación genética anuncié que el disco de Calle 13 saldría pronto. El silencio fue sepulcral. Definí con mi anuncio lo que es un non sequitur. Una amiga rompió el silencio con dos letras: -"OK"- dijo. Cambié el tema.
Llevo varias semanas escuchando la última oferta de este dúo. El nombre del disco de Calle 13, llamado Residente y Visitante, hace referencia velada a nuestra condición indefinida como parte de los Estados Unidos. El que escucha a Calle 13 por primera vez puede descartar al dúo como insolentes e inmorales. Todo porque usan malas palabras (casi ausentes en su primer disco).
He estado por porclamar a Calle 13 como un grupo genial si no fuera por las muchas instancias donde su música me refiere directamente a canciones de Eminem. Presumo que este grupo escucha a Eminem con frecuencia. No hay duda de que han sido profundamente influenciados por su música.
Por otro lado, independientemente de lo anterior, la función de ritmos suramericanos en el disco, tales como tango, bossa nova y cumbia colombiana posiciona a Calle 13 como el grupo más innovador de la música actual, de todos los géneros, en Puerto Rico. El disco es una joya. Una delicia.
He jugado con la idea de escribir algo comparando la música de Calle 13 con la de Eminem. Lo más probable no lo haga por falta de tiempo.
Mientras tanto me puse los audífonos de la iPod y me puse a escuchar a Calle 13. Me faltaba algo. Miré hacia la alacena y lo supe. Un Rioja. Un buen vino con la música de Calle 13. Y mientras sorbía con placer el tinto 2004 escuchaba:
encima de lava volcánica...."
Si tengo tiempo escribiré más sobre el disco. Ahora seguiré escuchando el disco en una iPod prestada.
Escuche la canción de Calle 13 dedicada con amor al FBI aquí.